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Susana Pérez Alonso

La piscina

La liquidación del Club Manuel Llaneza de Mieres, una entidad emblemática para los vecinos del Caudal

No hablo de Burt Lancaster ni de Alain Delon ni Romy Schneider. Lo mío tiene otro nombre: Manuel Llaneza. Luchó por lo que creía y murió casi en la indigencia. Vida diferente de algunos que se han creído llamados a ser sus herederos.

Mieres tiene la mejor instalación pública que yo conozca en su piscina cubierta. La mejor. No sé si es exactamente pública a día de hoy, pero debería serlo. Tiene que serlo.

Nos cerraron las minas sin alternativas y estos días se cierra la piscina de Mieres, en la que tantos habitantes del Valle del Caudal aprendimos a nadar bajo la férrea disciplina de Vitos. Es una aberración.

Mientras observo con perplejidad la permanente folixa en la que viven los gobernantes y políticos de esta autonomía pese a lo que presuntamente nos espera. Mientras observo el avance de operaciones con claro porvenir especulativo, dicho meridianamente claro: La Vega. O el avance del sector llamado en fino servicios, que no dejan de ser bares, y el grupo de presión que han constituido con inauguraciones de fartódromos, ocupaciones de vía pública y quejas incesantes, también veo como el Gobierno regional no habla de "esa" piscina.

Esa instalación es un símbolo o debería de serlo para los políticos, de todo signo. Pero sobre todo y ante todo, para el PSOE. La señora consejera de Cultura, ¿no puede dar una solución que permita tener abierta esa piscina? El señor Consejero de Sanidad, aficionado ahora a las traineras (fuente de salud, dice), ¿no puede dar el mismo trato a los socios, a todo el Valle que dio en su momento a los hosteleros? Yo no soy nadie, pero si yo fuera Presidente, esa piscina no se cerraba, permanecería abierta como lo que es: un símbolo. Pero no soy Presidente, soy una ciudadana cuyas reflexiones no se toman en cuenta por algunos políticos (craso error).

Manuel Llaneza es un símbolo de muchas cosas, entre otras de honestidad y sólo por ese nombre debería haber menos folixa en el Sella, en Colombres (cantarios incluidos) y más reflexión sobre los nombres que llevaron a los ciudadanos una cuota de bienestar desconocida hasta esos momentos.

Si yo fuese millonaria esa piscina no se cierra, pagaría lo necesario y no se cierra. Claro que si fuese millonaria, los dos equipos asturianos punteros seguirían siendo asturianos que no mexicanos... Ni políticos ni empresarios, y diría que ni siquiera ciudadanos, están a la altura de las necesidades de esta región.

Mis saludos y apoyo al SOMA y a su fundador, cosa que pondrá los pelos de punta a muchos, pero los hay con vocación de punkis por mucho que se atusen el pelo…

Mieres y esa instalación no merecen semejante desprecio.

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