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Marcia Barreñada

Al servicio de traumatología, gracias

En defensa de la sanidad pública y de los profesionales del Hospital Valle del Nalón, a los cuales agradezco su profesionalidad tras una reciente operación de cadera

Acabo de entrar por la puerta de mi casa y una idea viene rondándome por la cabeza desde hace unos días. Ahora con la paz del hogar y el sosiego que te dan los tuyos, tengo la obligación de agradecer al Servicio de Traumatología del Hospital Valle del Nalón el trato que he recibido estos duros e intensos días.

Después de meses o años con fuertes dolores se hizo necesaria la intervención quirúrgica, en ese tiempo y a pesar de una pandemia que puso en jaque todo el sistema económico, social y sanitario del mundo y en donde nuestro sistema público de Salud funcionó y nos dio a todos lo que más necesitábamos, la seguridad de que nos iban a proteger, después del cansancio acumulado por todo un grupo de profesionales de nuestra Sanidad pública y de tener que reemprender lo que se había tenido que dejar en segundo lugar, ante una pandemia que azotaba el mundo, me llegó la hora de aceptar que era necesario operar.

Pues bien, desde el momento en que en recepción del Hospital Valle del Nalón me acompañaron a la habitación 132 A, hasta que un amable celador me bajó al quirófano y en el ascensor me dio la tranquilidad de una sonrisa cómplice; hasta el anestesista y su equipo que me explicaba cómo me iban a dormir; hasta el momento en que desperté en reanimación, perdida la conciencia, pero seguro de que allí me estaban cuidando; hasta cuando volví a la habitación y empezó la recuperación, en todo momento me sentí en buenas manos.

Ya he vivido esta experiencia hace años, pero en segunda persona, con mi hermano en un trasplante de médula que le dio la vida y en aquel momento el equipo del doctor Carlos Vallejo tuvo con nosotros un trato extraordinario, en lo profesional y lo más importante, en lo personal, tan necesario en estos trances. Ahora lo he vivido en primera persona y no puedo por menos que dedicar estas palabras para agradecer nuevamente al equipo de Traumatología del Hospital Valle del Nalón su gran profesionalidad y lo más importante, el trato humano y cercano de todo su personal.

Desde la mujer que hacia todos los días la limpieza y que siempre tenía una sonrisa al entrar en la habitación, hasta l@s auxiliares de clínica , enfermer@s y médicos, de verdad y de todo corazón gracias. Hacen ustedes que nos sintamos orgullosos de nuestro sistema público de Salud y lo más importante, además de hacer bien su trabajo, lo hacen con un trato exquisito en lo personal y eso ayuda mucho.

Siempre pensé que no valoramos en su justa medida nuestro sistema público de Salud, que incluso hay muchos intereses económicos interesados en desgastarlo y así hacer negocio incluso con nuestra vida y salud. Que se debería de salir de cada consulta o intervención con una nota en donde se nos detallara los que tendríamos que pagar por el trabajo hecho, quizás soy más consciente desde el momento en que supe que en los magníficos y democráticos EE UU mi hermano se hubiera muerto, pues una operación de médula cuesta allí entre 400.000 y 600.000 euros.

Por eso y por mucho más, por nuestros médicos de cabecera saturados muchas veces y que a pesar de ello nos atienden siempre con gran atención, hasta los servicios especializados que están atentos a nuestros males, hasta todo el personal sanitario que nos dio a todos una luz de esperanza dentro de una pandemia que parecía que nos iba a asolar a todos, por eso ¡gracias! Pero permítanme que hoy traslade especialmente a mi agradecimiento a esas personas que componen el equipo de Traumatología de nuestro Hospital Valle del Nalón, han hecho que me sintiera como en casa y eso no tiene precio, gracias.

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