Veintiséis años después de ser publicada por primera vez -en euskera, por cierto-, vuelve a las librerías Dulce objeto de amor, la última de las novelas cortas que ha escrito un autor de tan larga trayectoria como es Raúl Guerra Garrido (Madrid, 1935). Ganador en 1976 del Nadal con Lectura insólita del capital, Guerra Garrido, también fértil cultivador de la novela negra, construye en esta breve historia de amor y erotismo una auténtica oda a la seducción a través del tacto. Apenas 24 horas le sirven al autor para, desde los puntos de vista complementarios de un él y una ella, expuestos en forma de monólogo interior, celebrar los meandros de la lidia amorosa privilegiando el que considera el más materialista de todos los sentidos, pero también el más imaginativo. El enredo pasional arranca en la célebre rotonda del madrileño hotel Palace y, de hito en hito, conduce al lector a una cascada de sorpresas que, como no podía ser menos en Guerra Garrido, se resuelven con pinceladas de novela negra. Una afortunada recuperación editada con todo mimo.