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Vida de alta montaña

La existencia en Leitariegos a finales del siglo XIX retratada por José Rodríguez Riesco

Pinta tu aldea y pintarás el mundo entero, recomendaba Lev Tolstói. A ese sabio consejo fue fiel José Rodríguez Riesco (1868 - 1933) describiendo no solamente su aldea, Brañas d'Arriba, donde estaba el ayuntamiento, sino también las otras tres que formaban con ella el extinto concejo de Leitariegos (que se integró en el de Cangas del Narcea en 1924), es decir, Brañas de Abajo, El Puerto y Trascastro. En la mirada de Rodríguez Riesco no hay, sin embargo, un deseo de trascendencia literaria, sino un claro empeño por plasmar en una especie de foto fija, de manera rigurosa y lo más favorable posible, la geografía, la economía y la historia de su pequeño concejo para que formara parte de la monumental y hoy clásica obra "Asturias", sacada adelante entre 1894 y 1901 por Octavio Bellmunt y Fermín Canella, quienes lograron reunir en tres volúmenes una ingente, apropiada y muy novedosa información sobre Asturias que componen monográficos artículos, muchos de ellos dedicados a los concejos.

Para conseguir el acopio de información, Bellmunt y Canella se apoyaron en eruditos locales. Uno de ellos fue José Rodríguez Riesco, maestro de profesión y secretario del ayuntamiento de Leitariegos, sobre cuyo concejo enviaría el texto que ahora se publica completo por primera vez, puesto que lo que apareció en "Asturias" en 1900 fue un breve resumen.

Como explica Juaco López en el estudio introductorio, "el texto original se conservó excepcionalmente en la Comisión de Monumentos Histórico y Artísticos de la Provincia de Oviedo" gracias a que uno de los fines de la comisión era guardar documentos antiguos y custodiar "cantos del pueblo". Y en el texto está la transcripción de la confirmación del Privilegio de Leitariegos de 1326 hecha por Carlos V y aparecen recogidos cantos de boda y de ramo.

Sorprende leer en este trabajo que la educación proporcionada a los hijos, si bien sencilla, era "sólida y bastante para dedicarse al comercio, que es a lo que los de Leitariegos en Madrid se dedican. Con ella aprenden lectura, escritura, aritmética y la ortografía, y doctrina cristiana. Nada más se enseña, pero es lo cierto que en el concejo de Leitariegos no existen jóvenes de ambos sexos que no sepan leer y escribir con perfección". Sin duda, una excepción para la época.

Para elaborar su trabajo, además del conocimiento profundo y directo que tenía sobre el terreno, José Rodríguez Riesco utilizó la documentación histórica que se conservaba en el ayuntamiento de Leitariegos (desaparecida casi en su totalidad tras la anexión por Cangas). Allí estaban las confirmaciones del privilegio otorgado por Alfonso XI, de las que se conservaban las de sucesivos reyes españoles -de Carlos V a Fernando VII-, los deslindes del concejo, los padrones de hidalguía y las ejecutorias de diversos pleitos.

Precisamente una de las quejas de Rodríguez Riesco es la supresión de ese privilegio a mediados del siglo XIX -suponía en la práctica tener que pagar impuestos-, pues había sido concedido a los vecinos por hacer vía durante las nieves y favorecer y auxiliar a toda clase de caminantes por las altitudes de aquel duro terreno, casi únicamente apto para cría de ganado.

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