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LECTURAS

La ingenuidad de un niño contra la injusticia del mundo

Humor y tragedia en Los consejos de la paloma, una brillante novela de Stephen Kelman

Estremecedora y brillante novela de Stephen Kelman, autor nacido en la periferia de Londres que conoce de primera mano el ambiente en el que crece y se desarrolla el joven protagonista de esta pequeña historia épica. Kelman trabajó en diferentes oficios -operación de almacén, limpiador industrial, asistente social o administrativo municipal- hasta quedarse en el paro, momento que aprovecha para dar forma y concluir este relato. Él éxito de crítica y público ha sido rotundo.

La mirada de un niño inmigrante que acaba de instalarse en un barrio conflictivo de la periferia de Londres nos sitúa en una realidad cuya contundencia no puede dejarnos indiferentes. Un día encuentra el cuerpo sin vida de un compañero de escuela, lejos de atemorizarle este hecho atroz, surge de un modo natural la necesidad de establecer una solidaridad activa, una búsqueda del culpable que entiende como necesaria sin pensar en momento alguno en el peligro que esto supone para su propia vida: "Ahora somos detectives en serio. Es una misión personal". El niño muerto incluso les dijo una vez a los gamberros que me dejaran en paz porque se estaban burlando de mí por ir a pescar (es lo que dicen cuando te quedan cortos los pantalones). Yo ni siquiera se lo había pedido, me ayudó porque sí. Desde entonces yo quería que fuera mi amigo, pero no le dio tiempo porque lo mataron antes. Por eso ahora tengo que ayudarlo, era mi amigo aunque él no lo supiera". En su camino encontrará una aliada un tanto especial: una paloma. La relación que se establece entre este niño y esta paloma, que bien podría convertirse en guardiana no sólo de la esperanza sino también de la justicia como término clave en el desarrollo de esta historia, se convierte en el hilo conductor de una historia marcada por la ingenuidad de acción pero firmeza en los actos de este pequeño héroe que se enfrenta a todo con la espontaneidad que sólo podemos encontrar en una edad muy determinada de nuestras vidas ("Tendría que estar prohibido fastidiarle la tranquilidad a los demás, no es justo"). Un sentimiento de justicia heroico que nace del origen mismo de la condición humana.

La frescura, la agilidad de la narración, la imaginación desbordante, el humor unido a la tragedia y un dominio del diálogo realmente excepcional, convierten a esta novela y a este autor en todo un descubrimiento. Una lección muy original sobre todo cuanto nos rodea: "Todo lo que crees que no sirve para nada en realidad está ahí para ayudarte, o para protegerte de algo. El pelo de la cabeza impide que se te caliente demasiado el cerebro cuando hace calor, o que se te enfríe cuando hace frío. El pelo es mucho más listo de lo que parece. Todo el mundo tiene las mismas defensas. Todos tenemos cejas y uñas y pestañas. A todos nos crece el pelo en los mismos sitios. Así todos tenemos las mismas posibilidades de sobrevivir. Eso es lo justo. Lo contrario, no lo sería". Sin más.

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