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Luciérnagas que alumbran la utopía

Carlos Coronas presenta en la cúpula del Centro Niemeyer "Los territorios soñados", una muestra de trabajos escultóricos con los que se propone ampliar el material formal de la pintura, su lugar de procedencia

Espacio central de la cúpula del Niemeyer, que acoge desde hoy la muestra "Los territorios soñados". MARA VILLAMUZA

En "Los territorios soñados" lo que hay son luciérnagas gigantes que alumbran la noche y la despiertan. La exposición de Carlos Coronas (1964) se inaugura mañana viernes en la cúpula del Centro Niemeyer, en Avilés, y reúne en ella trece piezas que superan el material formal de la pintura, el territorio del que procede el artista y que tantos frutos ha dado en muestras precedentes en lugares tan distantes como el Museo Barjola de Gijón o la Mustang Art Gallery de Elche. Las trece piezas que se expondrán en el complejo cultural de la ría hasta el próximo día 2 de octubre pertenecen a la serie "Lampyridae", es decir, la recreación de los coleópteros que crean luz y matizan el mundo.

"Los territorios soñados" reclama la utopía -"El buen lugar en ningún sitio", en palabras del propio Carlos Coronas-. "Me interesa el país que sueñan los mexicanos cuando cruzan el río Grande, el que sueñan los sirios cuando llegan a Europa o el que los africanos tienen en su mente cuando cruzan el Estrecho y se juegan la vida", explica el artista mientras se ultiman los detalles de la exposición artística del año en Avilés. "Lo que he planteado es una serie de islotes, como continentes, sobre los que he situado cada una de las piezas, placas separadas por la luz que envían al espacio cada uno de los flúorescentes", explica Coronas, que lleva tres semanas arduas de montaje . "Las trece piezas no están individualizadas, viven en simbiosis. Algunas se colocan encima de las otras... me interesa la interrelación de cada una de ellas con espacio de tanta personalidad como es la cúpula del Niemeyer", reconoce Carlos Coronas.

Los trabajos con la luz del avilesino se remontan a más de diez años atrás. La exposición "Pintura sin pintura" fue el primer ejemplo. Luego vinieron sus "sites specifics" de la ciudadela de Pamplona, de Laboral Centro de Arte o la pieza "Hembra solar", que se encuentra en el Museo Piñole de manera permanente. "Hembra solar" se inspira en un verso de José Ángel Valente: "Alrededor de la hembra solar aún sigue girando oscuro el universo".

Las piezas que se presentan el viernes en Avilés guardan relación con el Niemeyer. "En cierto modo, sí, es un 'site specific', porque el espacio también interviene en el desarrollo de la obra. Lo que sucede es que hay piezas que no nacieron solo para el Niemeyer, algunas ya estuvieron en el MAG de Elche", confiesa Coronas que reconoce que "Los territorios soñados" son fruto de una evolución larga en su camino por el arte, esta vez iluminado por luciérnagas.

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