María Jesús Rodríguez describe "La Payarina" como "una instalación de cinco piezas de pared y siete exentas, todas ellas de madera procedentes de la etnografía. Se complementan con pequeñas cajas blancas con dibujos de esa naturaleza mas mínima, la que casi no vemos, que crece en las cunetas, en los pedreros". Su encuentro con la madera, después de trabajar con materiales industriales, tiene un historia previa de hallazgos. "A lo largo de los años he rescatado fragmentos que me han conmovido o interesado por sus formas y su historia y que he tenido siempre a la vista".