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Apuntes para unas memorias

Mis momentos, de Andrea Camilleri

Un tipo como Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Italia, 1925) tiene mucho que contar. Aunque sólo sea por los años que lleva por el mundo. Noventa y dos va a hacer. O sea, infancia bajo la bota fascista, juventud en la Sicilia liberada y entre las bombas de la Segunda Guerra Mundial, madurez en la Roma de la "dolce vita". Faranduleo, periodista de pro, director de escena y creador, al final, de Salvo Montalbano, el comisario siciliano de Vigata con una vida repartida en veintitantas novelas. La leche.

Así que con estos mimbres uno se pone a leer Mis momentos y piensa que hallará las claves de un siglo de una intensa vida, los secretos de uno de los hombres más longevos y lúcidos de las letras europeas, las culpas y las disculpas de los días pasados por el mundo. Pero nada más lejos. Mis momentos es una colección de apuntes para unas futuras memorias envueltos con papel de regalo y con un lazo de semblanzas de personas que lo influyeron todo en la vida de Camilleri. Y es una lástima. Parece que el novelista no tenía ninguna gana de cumplir un contrato editorial previo y tiró por la calle del medio. Y se quedó tan ancho: poniendo la miel y quitándola en el momento en el que sabor estaba engordando.

Los apuntes, además, no guardan un concierto cronológico (quizás para subrayar eso de la colección de perfiles). Así que empieza con un compañero de estudios un poco tocado, salta a Antonio Tabucchi y del autor de Sostiene Pereira a Pier Paolo Pasolini? Y pasa por Carlo Emilio Gadda, por Benedetto Croce y por un chorizo que le ayudó en una noche de cárcel? Mis momentos son sus momentos, relatos a brochazos, notas sin terminar, memorias sin ganas? Y, encima, no menciona a Montalbano y pasa de largo por su trabajo como director de escena? Y? todo lo que pudo ser, se queda en poco. Iba a decir en nada, pero estamos hablando de Camilleri y, aunque sólo sea por eso?

Mis momentos es como el esqueleto de una fantástica autobiografía que está por venir. El italiano es estajanovista: escribe una y dos novelas al año de su criatura más famosa. Las luces del éxito internacional le comenzaron a alumbrar cuando cumplió los setenta. Ahora ya tiene noventa y dos, ya digo. Pero ahí sigue. Y eso le sucede sólo a unos pocos.

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