A veces, en alguna noche oscura,
pienso en el amado de San Juan
y entre las nubes busco del cielo
la dulce tez del fermoso galán.
A veces, cuando la llama se extinga,
pienso que en mi última noche oscura
se esfumará el universo entero.
El amado de San Juan el primero
al no poder buscarle por el cielo
inefable de sus diáfanos versos.