Con este artículo desde la FEMPA no pretendemos polemizar acerca del nombre correcto de la peña cabraliega, cuyo indiscutido nombre autóctono es, sin lugar a dudas Pico Urriello. Simplemente, nos gustaría ofrecer una explicación al lector del porqué de esta diversidad de nombres: Pico Urriello, El Picu, La Peña, Naranjo de Bulnes, e incluso Naranco de Bulnes, como recoge algún texto.

De todos los nombres de "El Picu", Urriello es indudablemente el más antiguo. La raíz "Ur", de origen prerromano, y de la cual tenemos muchos ejemplos diseminados por la geografía asturiana (Urru, Orru, Urriel, Urrieles, Urra, Urriellu), hace referencia a una elevación de terreno. Tal y como cita el autor José Manuel González en sus "Temas de toponimia asturiana", "?en cuanto al origen de Urriello y sus congéneres, sigo pensando como cuando por primera vez me ocupé de estos topónimos, que es prerromano y que suponen una forma básica de orro, alternante de oro, coincidente con el griego oros, monte, que precisamente nos sirve para formar orografía, oronimia y otras voces cultas de la lengua común."

Si nos referimos al aspecto documental, resulta de obligada consulta la conferencia ofrecida por J. A. Odriozola Calvo en 1979. "El Naranjo de Bulnes a los 75 años de la primera escalada". Dicha conferencia fue publicada en el Boletín de la Agrupación Montañera Astur Torrecerredo, a la cual agradecemos nos lo haya facilitado.

José Antonio Odriozola rastrea los orígenes de los nombres de la roca de Bulnes, citando en su conferencia los trabajos realizados por el Juez Noble de Cabrales, don Francisco Antonio Fernández de la Madrid, fechados el 20 de Noviembre de 1771.

El Rey Carlos III había ordenado el levantamiento de mapas de todo el Reino a Don Tomás López de Vargas (1730-1802), quien escribió a alcaldes, jueces, párrocos, etc. solicitando información. En la Sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Madrid se ha conservado un códice con muchas de las respuestas de las autoridades de diversas zonas de Asturias y entre ellas, las del Juez Noble, quien describe minuciosamente su Concejo de Cabrales e incluso adjunta un pequeño mapa plagado de referencias a lugares del concejo. En la descripción del Juez Noble, se dice que en el punto señalado con VV en el mapa "hay una Peña a manera de Punta o Castillo, tan sumamente alta que desde la mar, pese a que está por medio el Concejo de Llanes, se gobiernan por ella y llaman Urrieles". Con tal base, Don Tomás López confecciona el mapa del Principado, incluyendo referencias a los "Castillos Urrieles", apareciendo rotulada una cima aislada como "Peña de los Urrieles".

Si se cita a los "Urrieles" en general en las "Memorias Históricas del Principado de Asturias y Obispado de Oviedo" (Tarragona, 1794), por el Canónigo don Carlos Benito González de Posada, si en la "Descripción del Concejo de Cabrales" del párroco don Juan Bernardo Mier, de julio de 1801, figura "Pico Urriel", si en la "Geografía Histórica de España" (Madrid, 1849), de don Eduardo Chao encontramos la "Peña Urrieles", y si en el "Diccionario Geográfico, Estadístico e Histórico de España", de don Pascual Madoz (Madrid, 1849), se puede leer también que "Asturias se comunica con Liébana por Cabrales y los Urrieles? dejando a su espalda los erizados y elevadísimos Picos de los Urrieles", ¿cuándo y porqué sale a escena el Naranjo de Bulnes?

El origen de este topónimo lo hemos de buscar en el "Mapa Topográfico de Asturias", confeccionado por don Guillermo Schulz hacia 1851, siendo publicado por primera vez en 1855. Es en este mapa donde aparece por primera vez la denominación "Naranjo de Bulnes". En el "Atlas Geológico y Topográfico de Asturias" (1858), Schulz refleja un perfil de los Picos de Europa desde la costa de Nueva, destacando el "Naranjo de Bulnes".

El mapa de Schulz, por su minuciosidad y detalle, se convierte en una herramienta de obligada consulta, hasta el punto de que la publicación de su primera edición se aceleró tanto que no se incluyó la rotulación, apareciendo una nota en la que se decía: "Por apremiante necesidad de facilitar ejemplares a las diferentes ramas de la Administración Pública, se han omitido en esta primera tirada los nombres de las Montañas, Sierras y Colinas." No es de extrañas que tan excelente trabajo fuera tomado como base de posteriores mapas, siendo estudiado hasta la saciedad por escritores y cartógrafos. Incluso don Casiano de Prado y Vallo, ilustre geólogo, publicó en "La Revista Minera" en 1858, los resultados de sus trabajos de nivelación de ocho de las principales cumbres de los Picos, citando al "Naranjo de Bulnes" con una altitud de 2542 m.

Después de todo lo expuesto, sólo nos queda una pregunta, ¿de dónde sacó Schulz el nombre de Naranjo de Bulnes? Guillermo Schulz no se inventó nada, era persona meticulosa y así lo atestiguan la multitud de notas y croquis realizados que le llevaron a completar el mapa más riguroso que se había realizado de la zona. Sin embargo, don Patricio Ardúriz, en el número de junio de 1973 de "Torrecerredo" publica la fotocopia de un croquis original de Schulz en el que, en principio, se escribe correctamente "Urriello", para posteriormente tachar las letras finales dejándolo en "Urriel", volviendo finalmente a "Los Urrieles" y agregando "Naranjo de Bulnes". En la colección Monumenta Histórica Asturiensia, Tomo XII, con el título de «Viages por Asturias», Publicado en Gijón, en 1982, con prólogo y revisión del catedrático asturiano, especialista en la materia, José Antonio Martínez Álvarez, aparece un croquis de Schulz, con los nombres correctos de las otras cumbres y con el del Naranjo de Bulnes.

¿Quién aconsejó a Schulz suprimir "Urriello" y añadir "Naranjo de Bulnes"? Ante la ausencia de documentación que explique tal cuestión, algunos autores plantean, a modo de hipótesis, que el término Naranjo supone la corrupción del milenario "Naranco", de larga tradición toponímica. Así lo cita don Pedro de Jusué en su artículo "¿Naranjo o Naranco?", publicado en la Revista Peñalara, (Madrid 1967). "Naranco" tiene por base a "Nara" o "Nora", voz hidronímica de origen prerromano, que cuando da nombre a un accidente no hidrográfico, lo hace por referencia a una fuente, arroyo o río inmediato. (No olvidemos que en la base de la Vega de Urriello existe una fuente). Referencias al "Naranco de Bulnes" aparecen en los mapas de don Francisco de Coello, Presidente de la Real Sociedad Geográfica, en las hojas correspondientes a Santander (1861) y Oviedo (1870), pertenecientes al "Atlas de España y posesiones de Ultramar". También el alemán Hugo Obermaier cita en su "Estudio de los Glaciares de los Picos de Europa" (Madrid, 1914) al "Naranco de Bulnes".