Oviedo,

Celso A. SANJULIÁN

El Llanes no olvida la marcha de Bobes al banquillo del Ribadesella, su gran rival del Oriente. Así se desprende de la negativa dada por el presidente del club de San José a la invitación riosellana para celebrar una comida previa al derbi del domingo. Ese «no» de Cristian Ruiz no ha resultado del agrado de su colega riosellano Ramón Soto.

Soto entiende que el malestar del club llanisco arranca del pasado verano, cuando José Aurelio Bobes decidió no renovar allí y fichar por el Ribadesella. El mandatario opina que «no tenían por qué habérselo tomado tan a pecho, pues en ningún caso él iba a renovar en el Llanes». El enfado del club llanisco ya quedó patente en la primera vuelta, cuando, jugando como local, decidió no organizar comida previa. Soto recuerda que «ya entonces Ruiz me advirtió de que nosotros tampoco la hiciésemos, porque no tenían pensado acudir». De todos modos, el presidente riosellano cursó invitación con la idea de «mantener una tradición que iniciamos Juan Antonio Buergo y yo en la década de los noventa». Vano intento, porque hace unos días «me contestaron negativamente». Aunque decepcionado por la respuesta, Soto disculpa a Ruiz y afirma que «seguro que no me trasladó su postura personal; me consta que por él hubiera venido, pero alguien hay por detrás que le presiona. Al parecer, en la última asamblea de socios alguno le advirtió con darse de baja si se mantenían las comidas con el Ribadesella».