Samuel Sánchez (Oviedo, 1978) hizo ayer un vuelo relámpago de Asturias a París, a las 7.30 de la mañana, y regresó a la capital del Principado, a las 19 horas, tras acudir a la presentación del próximo Tour de Francia en la capital gala. El campeón olímpico y último ganador de la montaña de la ronda gala hace balance de la temporada y reflexiona sobre el recorrido del Tour.

-¿Qué le parece el itinerario de 2012?

-Es un Tour que recupera dos cronos largas y el prólogo, pierde la crono por equipos y los escaladores tienen las oportunidades contadas con sólo tres llegadas en alto. Una inédita en La Planche des Belles Filles, otra en La Toussuire de Alpes y en Pirineos en Peraguedes. Los hermanos Schleck se verán obligados a atacar para sacar tiempo al faltar montaña. Para mí los favoritos son Evans, Wiggins y sobre todo Contador.

-Usted sale beneficiado.

-La contrarreloj por equipos beneficiaba a otros escaladores porque en Euskaltel no éramos fuertes para eso. Y también al tener ahora dos cronos individuales que suman 100 kilómetros -en el Giro hay sólo 33 kilómetros- me viene bien porque ahí muchos perderán un mundo y otros más de 5 minutos. Serán buenas así de largas aunque también es mejor para especialistas como Evans, Wiggins, Tony Martin y especialmente a Contador.

-Se le ve muy optimista.

-La etapa de La Toussuire me gusta mucho porque antes tienes puertos como la Madeleine, Glandon o Cruz de Hierro que son largos, más que de grandes rampas. Esas jornadas alpinas me van fantástico. Y luego en Pirineos también está la Peyragades y la de Bagneres de Luchón, que está después de subir el Peyresourde. Me viene muy bien.

-¿Echa en falta algo?

-Nada. Tiene de todo. Y seguramente habrá etapas con trampas en la salida de Lieja y llegada a Seraing o en Los Bosgos, pero eso lo sabremos cuando esté más detallado el recorrido. Con las cronos individuales largas salgo beneficiado. No quiero volverme loco yendo a conocer recorridos porque la mayoría ya los viví y prefiero viajar menos. Aprovecharé cuando el Dauphiné Liberé para inspeccionar algo.

-¿Le valdrá la experiencia adquirida en la pasada edición?

-Mi idea es repetir porque en la séptima etapa ya acaba en alto, en la octava hay una jornada rompepiernas y en la novena una larga contrarreloj. Este recorrido beneficia más a un corredor completo que suba bien, pero que haga buenas cronos. Que en víspera de París haya una crono de 52 kilómetros supone que si tengo las piernas de este año se puede recuperar tiempo y pelear por algo gordo. Me gusta este Tour.

-¿Cómo afrontará luego los Juegos Olímpicos de Londres?

-Con mucha ilusión si acabo con buen paso en el Tour. Volvería a hacer la crono y después el de fondo como cuando gané en China. Me baso en que después del Tour suelo hacer bien la clásica de San Sebastián o cuando hago la Vuelta a España y acababa en el podio luego me venían bien el Mundial o el Giro de Lombardia. Esto debería ser igual pra todos porque es el mismo tiempo de recuperación. Los que quieren hacer los Juegos Olímpicos de Londres también hacen el Tour. Me dicen que se trata de un circuito que se hará duro y bastante mal para los sprinters. Así que me gusta.

-¿Cómo fue su aventura en la Vuelta a Pekín?

-No acabé mejor por problemas de salud en China cuando iba con mucha ilusión para sumar puntos UCI. Cogí un virus y estuve con fiebre y vómitos que me dejaron muerto. Luego con el equipo fuimos directos al Giro de Lombardía, adonde llegué cansado y sin la frescura de otros años. En Pekín no se tiene la cultura de Europa pero todos sabíamos a donde íbamos y el peligro que existía. Pero el futuro es globalizar las carreras de Australia, China y EE UU, aunque costará.

-¿Le mereció la pena ese esfuerzo en Pekín?

-No, porque no tenía montaña, pero tiene los mismos puntos que la París-Niza, Tirreno-Adriático o Dauphiné Liberé. Es muy bueno para un ciclista que tenga características para esas carreras.