Nacho AZPARREN

El 5 de mayo de 1990, el Bernabeu se convirtió en una fiesta. Con los de John Toshack como campeones de Liga, la última jornada sirvió de pretexto para cerrar una temporada histórica. El Madrid se impuso ese día al Real Oviedo por 5-2 y alcanzó dos marcas: con 107 goles se convirtió en el equipo más goleador de la historia de la Liga y el mexicano Hugo Sánchez, con 38, igualaba a Telmo Zarra como el delantero con más tantos en una temporada.

Casi 22 años después la historia eligió un guión similar. De nuevo víctima asturiana, de nuevo se adelantaban los visitantes (en el 90 fue el oviedista Vinyals el que abría el marcador y ayer fue De las Cuevas) y de nuevo el Madrid imponiéndose al final con cierta holgura.

La tarea no fue tan sencilla como se le presuponía en un principio al Madrid. La maraña defensiva tejida por Clemente se atragantó a los blancos hasta bien entrada la segunda mitad. Higuaín igualaba la contienda al final de la primera mitad y Cristiano Ronaldo ponía por delante al Madrid a los 73 minutos, pero aún quedaba el tanto más esperado. El que igualaba al equipo de Mourinho con uno de los referentes en la historia del club: la «Quinta del Buitre».

No tardaría Benzema en asumir el papel de protagonista en la enciclopedia blanca. Un error en la salida de balón del Sporting en plena línea defensiva sirvió a la delantera blanca para armar una acción de ataque en pocos segundos. Benzema recibió libre de marca en el área y ahí suele ser infalible. El francés cruzó con elegancia ante la salida de Juan Pablo y el Bernabeu estalló. El Madrid sumaba 107 goles en la Liga, los mismos que el Madrid de la «Quinta del Buitre» había alcanzado en la campaña 1989-90.

Al Real Madrid de Mourinho aún le quedan cinco fechas en el calendario para elevar el récord goleador. Con su actuación esta temporada, los blancos superan sus versiones de las temporadas 2010-11 (102 goles), 2009-10 (102) o las actuaciones barcelonistas más solventes ante el marco rival: 105 tantos en la campaña 2008-09 y 102 en la 1996-97.

Pero el Bernabeu también concedió espacio para los hitos individuales. Hace tiempo que Cristiano Ronaldo lleva perforando porterías rivales a ritmo de récord. La temporada pasada, el portugués dejó el listón en unos impactantes 41 goles. Es la misma cifra que alcanzó ayer, con cinco jornadas aún por disputarse.

El portugués logró igualar su marca personal cuando apenas restaban 17 minutos para finalizar el partido. Una vez más, Cristiano apareció cuando su equipo más lo necesitaba. Un centro desde la derecha de Di María se convirtió en la invitación perfecta para que el luso entrara en la historia. La oposición de Juan Pablo ante su testarazo no evitó un nuevo gol en su cuenta particular.

Entre las víctimas del atacante luso algunas se han llevado más daños. Cristiano suma esta temporada siete tripletes (contra Zaragoza, Rayo Vallecano, Málaga, Osasuna, Sevilla, Levante y Atlético) y cinco dobletes (ante Athletic, Atlético, Betis, Real Sociedad y Osasuna).

Bajo el mismo Santiago Bernabeu, envejecido más de dos décadas, un equipo asturiano volvió a ser invitado sin quererlo de la fiesta merengue. Zubeldia fue espectador de lujo en 1990; Juan Pablo lo fue ayer. Hugo Sánchez fue el héroe a título particular entonces con un triplete ante los azules; Cristiano recogió el galardón de un equipo que traduce la victoria por un pasito más hacia la deseada Liga. Y aún quedan cinco jornadas para que los récords queden todavía más lejos.