No le importaba el lugar, ni el día que se produjese, tampoco el perfil de la etapa, no en vano la victoria llegó en el momento más inesperado para él. Vio la oportunidad y se lanzó de cabeza hacia el triunfo. Su misión era la de colocar lo mejor posible para el sprint a su compañero Frantisek Sisr y lo hizo con creces, pero un ligero repecho a 800 metros de la meta abrió la veda, bajó un piñón, apretó los dientes, comenzó a remontar posiciones y ya no miró atrás hasta que levantó los brazos en la localidad polaca de Kielce, donde concluyó la cuarta etapa de la competición Solidaridad y Campeones Olímpicos. Lo había conseguido. El 1 de julio quedará marcado en la retina del joven Iván Cortina al lograr su primer triunfo profesional y conseguir así la victoria número cincuenta de los ciclistas españoles durante esta temporada.

"Fue todo un poco extraño, iba sin motivación a esta carrera porque justo después tenía un descanso en el calendario, pero vi el hueco, me encontraba bien y gané", relata el joven corredor del Klein Constantia, filial del potente equipo Etixx-Quick Step. El triunfo del gijonés, gran esperanza del ciclismo asturiano para incrementar el pelotón internacional en el futuro, se hizo esperar con paciencia al rozar en numerosas ocasiones la victoria ya que ha logrado acabar en dieciséis ocasiones esta temporada en el top ten -con tres segundos puestos-.

"Quizás esta era la competición en la que menos me esperaba lograr la victoria, que se hacía de rogar, pero al final fue un día muy bonito", recuerda. Tras su paso por el podio, el móvil del gijonés comenzó a echar humo con cientos de mensajes, algunos llegados desde ciclistas profesionales como Dani Navarro, Fran Ventoso, Carlos Verona, Marc Soler o de grandes conocidos del pelotón como Egoi Martínez y Matxín, entre otros. "Me felicitó mucha gente, aluciné porque no pensaba que iba a tener tanta repercusión, pero cuando ganas tiene el triple de importancia más, una victoria siempre es una victoria", comenta Cortina.

El gijonés se mantiene con una regularidad impecable en todas sus participaciones y siempre con una mentalidad nada egoísta al ponerse el mono de trabajo en multitud de ocasiones para el bien de su escuadra, pero "me faltaba la guinda del pastel". Todo ello para lograr un fin, un sueño al que se acerca a golpe de pedal: entrar en la élite. "La temporada está siendo muy buena, está claro que si llevase cinco victorias en vez de una sería un poco más fácil lograr el objetivo que no deja de ser muy complicado", advierte con sinceridad. El filial del Etixx-Quick Step se ha convertido en un gran escaparate en el que Iván Cortina se está dejando ver en todos los terrenos, con un sinfín de roles que ha desempeñado a las mil maravillas.

La victoria en Kielce no le hará relajarse, todo lo contrario, ya que avisa de que "uno siempre corre para ganar y no me achico aunque el nivel sea alto". Por ello, tras unos días de descanso en su tierra, pondrá de nuevo rumbo a Sierra Nevada para iniciar un entrenamiento de altura de veinte días. La temporada aún no ha llegado a su fin y la victoria ha reforzado su motivación para seguir creciendo. No en vano, en el horizonte, en octubre, se vislumbra el Mundial de Qatar, donde el gijonés Iván Cortina cree que podría estar presente en la categoría sub 23. Todo ello, pedalada a pedalada.