El maliayés Amable Poladura prometió ayer trabajo para atajar la "grave situación" de la Federación Asturiana de Bolos, justo después de resultar elegido con el 85% de los 28 votos a favor de su candidatura única para poner punto y final a una etapa de ocho meses de gestión de una comisión gestora.

Este minero de 42 años, que en su día formó parte de la directiva de la peña Villa de Noreña aseguró que hace unos días solicitó por escrito a la gestora la aportación de los datos económicos de 2015 y lo que va de 2016. "Lo primero queremos saber a ciencia cierta qué hay y a partir de ahí nos pondremos a trabajar", señaló ante una asamblea a la que declinó dirigirse antes de la votación.

Si bien se trataba de un trámite, la sesión dio bastante de sí, pues la marcha en mitad de la asamblea de algunos de los presentes provocó dudas sobre el número total de sufragios que debía haber en la caja de zapatos convertida en urna para la ocasión. La presidencia de la mesa la ostentó el miembro de más edad, el que fuera presidente durante 16 años, Desiderio Díaz, mientras que la secretaría le correspondió al joven jugador de bolo batiente Ismael García.

La anécdota de la sesión se produjo en el recuento, pues el propio Desiderio Díaz fue el encargado de leer un voto nulo en el que se le mentaba. "Aquí pone Desiderio el tapau", dijo con una sonrisa en la boca para quitar hierro a una actitud que algún asambleísta recriminó. "Tenía que haber puesto su nombre también", se oyó desde las butacas, mientras el nuevo presidente seguía el recuento desde la primera fila, al igual que el jugador Bernardo Menéndez, que le acompañará en la vicepresidencia.

Fue nada más terminado el recuento cuando Poladura decidió tomar la palabra y aprovechó para agradecer los apoyos recibidos y tender la mano a quien optó por no avalar su candidatura. "Trataré que cambien de opinión a base de hechos", prometió.

Si bien ayer tuvo lugar la elección, no será hasta dentro de unos días cuando el nuevo presidente tome posesión del cargo y comience la gestión diaria de una entidad que atraviesa importantes problemas económicos. Igualmente habrá que esperar unas semanas hasta conocer la composición de una junta directiva que el propio Poladura aseguró ayer que "todavía no está cerrada" y contará con miembros de diversas modalidades como vocales.

Entre los principales retos que se encontrará la nueva directiva está saldar una deuda que se calcula que superaría los 20.000 euros, revitalizar la cantera y acabar con la situación de incertidumbre que viven los bolos asturianos desde la renuncia de Octavio Rodríguez en noviembre de 2015 tras tres años en el cargo.