A sus tres goles en los tres primeros partidos del Mundial, Denis Cheryshev le sumó ayer otro, que no cuenta para la tabla de goleadores, pero que le sirve también para reafirmar sus sensaciones en este Mundial. Denis marcó con sangre fría uno de los penaltis de Rusia de la tanda. Ante su España, su país de adopción, al que llegó con cinco años, Cheryshev jugó la última media hora, tras salir desde el banquillo. Su entrada sirvió para dar aire a Rusia, que peleó con uñas y dientes para llegar a la tanda de penaltis y tener su opción de pasar a cuartos. "A España no puedes salir a jugarle de tú a tú, si sales a presionarles arriba te pintan la cara", indicó Denis.

"Es verdad que hemos tenido muy poco en ataque, alguna ocasión aislada. Pero hemos hecho un gran trabajo defensivo y nos hemos llevado una victoria", comentó Cheryshev, antes de señalar que han sabido aprovechar los defectos de España: "Se ha visto en el Mundial, todos los equipos que han jugado contra España se han metido atrás, han jugado más defensivamente. Esa es la principal manera de cómo se les puede hacer daño".

El Mundial está sirviendo para que la imagen de Cheryshev se revalorice. Llegó al Mundial con dudas. Y poco a poco ha ido asentándose. Hasta en días como ayer, con Rusia jugando a defenderse de las embestidas de España, Denis creó peligro en tímidas aproximaciones. Ahora espera que su equipo, anfitrión en el Mundial, prolongue el sueño: "Esperemos llegar lo más lejos posible".

El actual jugador del Villarreal remató una vez desviado, hizo una falta y ejecutó cinco pases durante el partido, tres de ellos buenos y dos fallidos. No era un día para lucirse mucho, en un partido en el que Rusia apenas tuvo un 21% de posesión. Fue un día en el que a Cheryshev le tocó correr más sin balón que con él. Al final Rusia sigue adelante. Denis festejó el pase con pasión, pero lamentó también que llegase ante España, su otra casa.