La Alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, quiso ayer "felicitar a LA NUEVA ESPAÑA por la celebración un año más de este torneo, que ya se acerca a una cifra especial, el 25 aniversario". La regidora aseguró que "cada año se nota que los participantes van a más y, sobre todo, que acuden con un mayor entusiasmo y más ganas".

Por ello, para Moriyón "este torneo es un referente en el verano gijonés y más aún en la semana más importante del año, en la Semana Grande".

La alcaldesa entiende que "un evento así, con tantas ediciones a sus espaldas, habla por sí solo. Hay pocos torneos que puedan alcanzar ese número de ediciones, tiene un gran mérito", analizó.

Con todo, Moriyón, que acudió al evento acompañada del teniente de Alcalde de la ciudad, Fernando Couto, no dudó en desear "que cumpla muchas ediciones más, porque encaja perfectamente en la filosofía de fomento del deporte que seguimos en la ciudad".

Y si hazaña es haber alcanzado las 24 ediciones del torneo, camino del cuarto de siglo, más aún lo es lograr un "hoyo en uno" en el 16 y el 8 de La Llorea, para conseguir el premio de un coche "Infiniti Q30 1.5 dci" aportado por Centro Infiniti de Asturias; y para la moto Kymco Like 125 cc, de Kymco Motorbox Gijón.

No en vano, ninguno de los casi quinientos participantes lo consiguió en los cuatro días de competición. Algunos jugadores dejaron su tiro a un metro y poco del hoyo, pero les faltó ese punto de suerte necesario.

"Nos gustaría que algún jugador lo consiguiera y poder entregarle el coche, sería genial. Este año no pudo ser, pero para el año que viene volveremos a poner otro vehículo, a ver si alguien consigue el golpe perfecto", comentó Miguel González, gerente de Cyasa y representante del Centro Infiniti de Asturias.

La gran mayoría de participantes lleva varios años jugando el torneo y piensa repetir valorando muy positivamente el estado del campo de La Llorea, con unas calles perfectas y un "raf" discreto que no penaliza en demasía y mención especial la tienen los green, que es la zona que más sufre en este torneo al no cambiar de sitio la bandera en los cuatro días de juego y que la mayoría reconoció que están muy bien para lo que se castigan estos días. Ahora el campo se podrá tomar un respiro hasta el próximo año donde el torneo cumplirá un cuarto de siglo de vida.