Apelando a sus principios básicos, una defensa sin concesiones y la habilidad de engancharse a los partidos en los momentos más complicados, el Liberbank Oviedo mantuvo ayer su imbatibilidad fuera de casa, sumó su tercer triunfo consecutivo y se asoma ya a los puestos de cabeza de esta disputadísima LEB Oro. La victoria, sufrida, agónica, se concretó en una acción de sangre fría de Sergio Llorente, que enmendó su gris encuentro con el acierto cuando más cuenta.

Todo ello ante un filial azulgrana que fue de todo menos una perita en dulce. Sus jóvenes talentos estuvieron, en general, maniatados por la férrea defensa de los asturianos, pero su exuberancia física fue un tormento para el Oviedo en las zonas y tuvieron opciones de victoria hasta la jugada final.

El Liberbank comenzó como un tiro, como es habitual, con la entrada de Bouzán en el quinteto inicial. El descarado exterior gallego colaboró con cinco puntos en el primer tirón visitante (2-12). Parecía un calco de los anteriores partidos del equipo de Javi Rodríguez fuera de casa: gran fluidez en ataque y defensa súper agresiva, lo que se traducía en innumerables faltas. El primer parcial se cerró con ventaja asturiana por 15-21.

La delicada situación de los interiores del OCB tras la lesión de Van Zegeren se mostró en toda su crudeza en el segundo cuarto. El local Diagné aburrió a Arteaga en defensa, y sin el canario como faro en la zona el ataque sufrió un colapso total, plagado de imprecisiones. No es que los azulgranas estuvieran especialmente inspirados, pero su tremenda superioridad en el rebote ofensivo (hasta once rechaces en el aro visitante en la primera parte) les permitió dar la vuelta al marcador al descanso (33-30). El técnico del Oviedo intentó frenar la sangría con una zona, pero desistió enseguida.

El Liberbank desatascó en el tercer cuarto. Nada menos que cinco triples consecutivos llovieron sobre el aro local (tres de Nuutinen, uno de Bouzán y otro de Geks), lo que, combinado con una espectacular acción técnica del finlandés ("crossover" y "fade away" incluidos) y una canasta a media distancia de Jakstas, estiró el electrónico hasta un 37-49.

No se rindió el Barça B. En el momento más delicado emergió su estrella en este comienzo de temporada, Aleix Font, que enganchó de nuevo a los suyos al partido con varias jugadas de mérito. El perro de presa Geks acabó con el furor del azulgrana y el marcador a falta del último cuarto era esperanzador (46-52).

El último parcial se pareció al segundo, de malo, con el agravante de que ya no había vuelta atrás. Los errores se adueñaron de nuevo de los visitantes, que sobrevivieron a base de esfuerzo defensivo. Un canastón de Sergi Martínez y un afortunado triple a tablero de Rawson parecieron poner la puntilla a un exhausto Oviedo (60-56 a falta de tres minutos), pero dos tiros libres de Jakstas y una canasta tras finta de Llorente (concedida de tres pese a que pisó la línea) dieron la vuelta a la situación. Dos grandes acciones defensivas culminadas por Geks y Oliver sellaron la nueva victoria visitante del Liberbank.