Apostó por unirse el pasado verano al proyecto del Racing de Santander y salió ganador. El avilesino Berto Cayarga fue uno de los futbolistas que desechó el Sporting para dar el salto al primer equipo. Su intención era la de jugar en una categoría superior a la Segunda División B y, ahora, tras lograr el domingo el ascenso ante el Atlético Baleares, militará la próxima temporada en la categoría de plata del fútbol español en lo que califica como "un sueño cumplido". A pesar de las trabas que se ha encontrado en el camino, el eléctrico extremo ha sabido regatearlas para alcanzar una de sus metas. "El fútbol nunca me ha regalado nada, tuve que luchar todos estos años por llegar hasta aquí, se lo merecía el equipo y yo en particular. Es hora de disfrutarlo", señalaba ayer el jugador a LA NUEVA ESPAÑA entre acto y acto en una apretada agenda.
En la región vecina al este de Asturias y tras demostrar su progresión temporada tras temporada en Tercera División y Segunda División B, Berto Cayarga ha encontrado su sitio ideal en el Racing de Iván Ania. "Tenía alguna opción el pasado verano de ir a algún equipo de Segunda, pero me vine a Santander, me arriesgaba y ha salido bien", explicaba el jugador que tiene contrato en vigor de cara a la próxima campaña con el conjunto cántabro. "Es una locura lo que estamos viviendo. La afición del Racing no aguantaba más con el equipo en Segunda B, ha sido un alivio regalarles el ascenso", afirmaba con la voz un tanto rota por tanta euforia contenida que ha salido de su interior con el paso de las horas.
Y el futuro le augura un porvenir prometedor. Tras jugar esta temporada un total de 35 partidos, entre los que pisó estadios como El Molinón, para medirse al Sporting B, o el Carlos Tartiere, para enfrentarse al Vetusta, el jugador ya piensa en que volverá a visitar ambos campos que le pondrán una pizca especial a estos desplazamientos. "Espero que sí, ir a jugar a tu casa es otra historia, ya me hace ilusión ir a jugar ante los filiales, imagina ante los primeros equipos", comentaba sonriente. Y todo ello, sin resentimientos a pesar de que buscó su sueño fuera de Asturias. "El Sporting no me veía para el primer equipo y son decisiones que respeto, pero el fútbol no se acaba en Gijón, miré por mí y continué esforzándome al máximo para que llegase este momento", aseveraba el futbolista del Racing.
El del domingo fue un día especial para los Cayarga. Mientras Berto lograba el ascenso a Segunda División, su hermano Jorge contribuía con un gol para que el Marino accediese a la siguiente eliminatoria de ascenso a Segunda B. Fue un día que le queda bien grabado y en el que, principalmente, le dedicó el logro "a toda mi familia, mi novia. Son los que me aguantan todos los días y va por ellos". Tras los actos de celebración y un verano en el que afirma que aprovechará "para desconectar y regresar con las pilas cargadas", Berto Cayarga tendrá la oportunidad de debutar en Segunda División en el seno de un club histórico que ya vuelve a ilusionarse con revivir las tardes de gloria de El Sardinero. "Aquí toda Cantabria es del Racing, será increíble", afirma. Lo vivirá en primera persona.
