La vida dio un cambio brusco para Víctor Castrillón el 25 de octubre de 2018, cuando un camión arrolló al vehículo que conducía en la Y, causándole daños gravísimos que a punto estuvieron de ser fatales y de los que aún hoy se recupera en el Sanatorio Covadonga, tras haber pasado por el HUCA, donde estuvo un mes en coma, y por el hospital de Cabueñes. Ayer, el gijonés recibió un espaldarazo a su mejora: su idolatrado Sergio Ramos le firmó una camiseta y la atendió en el hotel de concentración de la selección española.

"Una parte muy importante de la recuperación de Víctor es su afición por el fútbol, y sobre todo por el Madrid. De hecho, le personalizamos la habitación, poniendo un escudo del Madrid en el techo", aclara la directora del Sanatorio Covadonga, Vanesa Álvarez. Al enterarse de la visita de la selección española a Asturias, con motivo del partido de clasificación para la Eurocopa en El Molinón, el centro decidió ponerse en contacto con Maximino Martínez, presidente de la Federación de Fútbol del Principado, para ver si había posibilidad de que Sergio Ramos le firmara una camiseta que Víctor había recibido por medio de un conocido.

Dicho y hecho. Ayer Víctor Castrillón cumplió su sueño, rompiendo por unos minutos el hermetismo que rodea habitualmente al equipo nacional. Fue un acto breve, pero lleno de emotividad para el paciente y para su familia, que le acompañó.

Cuando Víctor ingresó en el sanatorio, con un daño cerebral notable, no podía hablar ni moverse, y su mejora es evidente. Hasta tal punto de que el centro decidió optar al premio a la historia más optimista de la Fundación Hospital Optimista, un galardón que se entrega por votación popular y en el que la historia del gijonés ocupa la segunda posición. En el vídeo que presenta la candidatura de Víctor, su hija, Adriana, explica que "los avances que hemos tenido son lo que jamás pensamos que pudiera hacer, porque al principio nos daban pocas posibilidades de recuperación. Ha empezado a caminar y a hablar y nos sentimos súper arropados y súper queridos, las auxiliares le motivan mucho". El montaje, emocionante, muestra al paciente trabajando con los especialistas del centro.

Las muestras de apoyo que recibe Víctor no se circunscriben al sanatorio. La propia directora del centro agradece el cariño que les dispensó Falo Castro, empleado del Sporting y hermano de los fallecidos Jesús y Enrique, Quini.