La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Nunca vi pegar tan fuerte al balón"

"Gran jugador, mejor compañero", dicen Vega-Arango, Alonso y Eraña

El recuerdo de Rafael Biempica llega subrayado por aspectos que transcienden a lo estrictamente deportivo. La cercanía que mostró hacia sus compañeros, tanto en su etapa como futbolista como después de colgar las botas, se repite entre los testimonios de quienes compartieron con él vida. "Se marcha un gran futbolista y un mejor compañero", destacan Manuel Vega-Arango, Alonso y Juan Eraña, testigos de los inicios, madurez y últimos años el Sporting de Falo. Los tres coinciden en otro aspecto, la extraordinaria fuerza del gijonés para golpear el balón.

"Nuestra amistad arrancó en el juvenil del Sporting. Él era un año mayor, entonces no había filial y de ahí dabas el salto al primer equipo. Allí de nuevo volvimos a reunirnos y recuerdo con especial cariño la relación que manteníamos con Ortiz", explica Manuel Vega-Arango, expresidente del Sporting y excompañero de Biempica, sobre cómo se conocieron en el conjunto gijonés. En aquel juvenil al que llegó "Falo" estaba también José Fernández, actual máximo accionista de la entidad, que actuaba de lateral izquierdo del equipo.

"El golpeo que tenía era impresionante, una pierna derecha que era una maravilla", continúa Vega-Arango, que amplía la dimensión sobre las virtudes del gijonés. "Hacía goles y además tenía una buena visión de juego. Fue un gran futbolista y he de destacar que sirvió al club con gran honradez", subraya sobre Biempica. A la hora de hablar de lo personal, asegura, superó incluso a lo deportivo. "Era una grandísima persona. Ya de muy jóvenes conoció a mis padres, entraba en mi casa. Teníamos una relación de hermanos. Me sume en una gran tristeza su fallecimiento", concluye.

Entre los muchos amigos que Biempica hizo y mantuvo de su etapa como futbolista, Alonso fue uno de sus relaciones más intensas. "Se va un gran jugador de club, un magnífico interior y delantero y un gran compañero. Nunca vi a nadie pegar tan fuerte al balón", coincide "Miluca", al que se le nota emocionado al otro lado del teléfono. Hasta hace poco, era habitual verles juntos paseando a diario por Gijón, con parada obligatoria para "tomar un vino y charrar un poco de todo. Llevaba ya un tiempo pachucho. Es una pena que las circunstancias no permitan estar ahora junto a su familia en un momento tan duro".

"Llegué al Sporting cuando él vivía ya su última etapa en el club y pronto te dabas cuenta de estar ante un futbolista fenomenal. A eso hay que unirle que era una persona humilde, trabajadora y siempre colaborador, también años después, cuando formamos la asociación de veteranos", destaca Juan Eraña. Hubo muchos más amigos fuera del fútbol, los que todavía añoran las partidas de cartas que Biempica no perdonaba en el barrio gijonés de Los Campos.

Compartir el artículo

stats