La entrenadora de tenis Rosa Domínguez no está dispuesta a que el confinamiento por el estado de alarma debido al coronavirus deje sin clases a sus 40 alumnos de todas las edades. Estar encerrado en casa no es motivo para no seguir entrenando y aprendiendo incluso raqueta en mano. Una manera diferente de conectar un buen revés contra el virus.
"Cuando decretaron el confinamiento empecé a proponer a los alumnos algunos juegos relacionados con el tenis para que se mantuvieran activos, pero a la semana siguiente decidí que tenían que seguir entrenando con la mayor normalidad posible", indicó Rosa Domínguez. Así, empezó a enviar a sus alumnos vídeos con diferentes ejercicios adaptados, para que los hicieran en sus respectivos domicilios y en espacios reducidos. "Luego ellos deben mandarme a mí los vídeos de ellos ejecutándolo, yo los miro y me comunico con ellos bien por Whatsapp o bien con una llamada telefónica corrigiendo los errores que hubiesen cometido", indica.
Rosa Domínguez exige a sus alumnos que hagan los entrenamientos como si estuvieran en la cancha de tenis, esto es, con ropa de deporte y -siempre que fuera posible- en el mismo horario que tenían asignado en el cursillo. "El objetivo era que mantuvieran el hábito del entrenamiento y que se tomasen las clases tan en serio como si estuvieran conmigo en la cancha", aclara.
Domínguez fue colgando algunos de esos ejercicios en su cuenta de Instagram, lo que llamó la atención de un entrenador catalán que se puso en contacto con ella para ver la posibilidad de hacer algo semejante abierto a todo el mundo. En poco tiempo se unieron al innovador proyecto un preparador físico, una psicóloga y una nutricionista.
Las sesiones, adaptadas al nivel y edad de cada alumno, comienzan con unos minutos de preparación física y les siguen ejercicios de coordinación o técnica, todos ellos realizados con material que se pueda usar en casa. En lugar de pelotas se utilizan bolas de papel, calcetines enrollados u otro tipo de materiales habituales en los domicilios. Con ellos, Domínguez propone una amplia gama de ejercicios: "Aunque parezca difícil, se pueden hacer muchas cosas", asegura la entrenadora. "Los gestos técnicos de todos los golpes se pueden hacer con pelotas de papel".
Rosa Domínguez agudizó el ingenio para que sus alumnos puedan trabajar la técnica: "Por ejemplo, para que entrenen los golpes liftados se me ocurrió meter en un palo un rollo de papel higiénico, de manera que al golpearlo como se haría un liftado el alumno vea que el rollo gira sobre sí mismo. Eso vale para la derecha, el revés e incluso el saque". También propone "hacer sombras", esto es, simular los distintos golpes que se puedan dar en un partido como si se estuviera jugando de verdad, cuidando de que la técnica de cada uno sea la correcta.
Grabar los vídeos con los ejercicios de cada clase, ver los que les envían los alumnos y hacer las correcciones oportunas suponen muchas horas de trabajo al día, que Rosa Domínguez da por buenas para que sus alumnos se mantengan activos y no pierdan lo aprendido para cuando la situación se normalice.
