Las instalaciones de Trasona (Corvera) ya acogen al cuarteto de palistas del K-4 subcampeón del Mundo en la distancia de 500 metros (Szeged), tras la incorporación del mallorquín Marcus Cooper, que se une al ilerdense Saúl Craviotto y los gallegos Carlos Arévalo y Rodrigo Germade. Al frente del equipo nacional se sitúa el técnico gozoniego Miguel García, que equiparó el proceso de retorno a la preparación de alto nivel con las fases de desescalada marcadas para las comunidades autónomas.

"Salimos de una situación novedosa, incómoda, dura y de incertidumbre, ahora hay que armar el castillo desde la base con tranquilidad", señala el técnico de Luanco, en referencia al cúmulo de situaciones desencadenadas: "Se pasó de estar a una semana de jugarse la plaza para formar parte de la embarcación clasificada para Tokio 2020, a tener que abandonar la concentración, quedar encerrados en casa y ver cómo los Juegos Olímpicos se posponían".

El equipo ha estado pendiente desde sus casas de las decisiones que se tomaban respecto a las competiciones. Los Juegos Olímpicos eran el principal reclamo, aunque no el único. La situación con los Juegos se ha hecho especialmente incómoda para Craviotto, que apuntaba a abanderado de la delegación española en Tokio.

"El confinamiento lo he pasado bastante bien dentro de la incertidumbre y las preocupaciones por todas las noticias por las muertes y la pandemia que estábamos sufriendo. He pasado mucho tiempo con mis hijas, por sacar algo positivo de todo esto, y he podido entrenar más o menos, aunque evidentemente como el resto de españoles deseando salir a la calle y volver a la rutina", explica el palista. Para Craviotto, el objetivo más inmediato en Trasona es reforzar los lazos entre los cuatro deportistas: "Entrenar de nuevo juntos es estar otra vez unidos, que es lo más importante para formar un equipo, y lo afrontamos con mucha ilusión. Con Cooper ya está completo el cuarteto". La embarcación está pendiente de si se confirma la disputa del Mundial a mediados de septiembre, una posibilidad que áun está en el aire.

"Lo vemos un poco negro pero esperamos que finalmente se pueda disputary así tener ese objetivo para mantener la motivación este año. Venimos de estar 40 días prácticamente parados en casa, ahora es un poco complicado establecer una fecha en la que podamos estar al 100 por cien", cierra Saúl Craviotto.

Cooper Walz, el último en llegar, explica que "siempre he sido optimista y positivo. Se ha hecho esperar este momento y en casa he hecho lo que he podido. Estaba ansioso por poder salir, ha sido cuestión de paciencia, creo que poco a poco iré recuperando la forma. Por fin, los cuatro volvemos a estar juntos y se va a notar la mejora del entrenamiento colectivo".