"Quiero un equipo alegre, atrevido, que salga a disfrutar en el campo". El asturiano Juan Ramón Muñiz debuta este año en el banquillo del Alavés (22.00 horas) y lo hace en el escenario más complicado: ante el líder de la competición, intratable desde que la competición se retomara tras el parón del coronavirus. El Alavés navega con una renta cada vez menor sobre los puestos de descenso y la pésima racha de las últimas semanas (cinco derrotas seguidas) ha provocado el relevo en el banquillo en busca de la reacción: Muñiz por Garitano.

"Hay que saber sufrir atacando y defendiendo", recitó el asturiano como clave para el choque de esta noche. El Madrid llega a la cita pleno de confianza aunque con la presión del Barça, a un punto de distancia tras ganar al Espanyol. Zidane encara el choque con una defensa de circunstancias. No estarán ante los vitorianos Sergio Ramos y Carvajal, por acumulación de amarillas, ni Marcelo, lesionado. El regreso de Varane, superada una cervicalgia, alivia en parte los problemas para reconstruir una línea defensiva en la que Zidane podría ubicar a Lucas Vázquez en el lateral derecho. Otra opción es la del exjugador del Oviedo Javi Hernández. Mendy se adaptaría a la derecha y el jugador del Castilla ocuparía el carril zurdo.

"No hemos ganado nada, faltan cuatro partidos y esta es otra final. Lo que queremos es seguir con lo que estamos haciendo", explicó Zidane en la rueda de prensa previa al choque. Tampoco podrá contar el francés con Jovic, en cuarentena tras estar en contacto con un amigo con covid.

El regreso de Eden Hazard calma el panorama madridista, recuperado de sus molestias de tobillo pero con la sensación de no estar al cien por cien. Por eso, hoy podría esperar su oportunidad desde el banquillo.