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Bueno, bonito, aunque no barato

Tras la salida de Óscar Rodríguez, los blancos quieren liberar los salarios de James y Brahim

James se lamenta de una ocasión fallada. REUTERS

Ajeno al huracán Messi, resguardado tras una temporada en la que la Liga conquistada ofrece el mejor cobijo y con la confianza en un proyecto, Zidane como líder ejemplar, que tendrá continuidad, el Madrid trata de resolver sus propios asuntos. Una minucia comparada con lo que se movía otros años por Chamartín. Ahora no se habla de grandes incorporaciones, Florentino descansa en un segundo plano. Pero en el fútbol poscovid se trata de ahorrar hasta el último céntimo. Y en esas está el Madrid, tratando de acelerar una "operación salida", que dejaría las arcas en una situación más ventajosa.

Óscar Rodríguez ha sido el primero en salir. El recién llamado por Luis Enrique, premio a un crecimiento asombroso en Leganés, ha encontrado acomodo en el Sevilla de Lopetegui. El Madrid, reacio a dejar salir a sus promesas, ha tirado de una fórmula repetida en los últimos años. Los hispalenses abonan 15 millones de euros por el traspaso del futbolista, pero los blancos se quedan con el 25% de la propiedad y tienen un derecho de tanteo, de tal manera que si en el futuro quisieran pujar por él les bastaría con ofrecer el 75% del precio pactado con un comprador. Los futbolistas del Madrid pasarán hoy los test para ponerse mañana manos a la obra. Zidane tiene en este momento 30 futbolistas a su disposición, aunque algunos están en la rampa de salida. Los casos de Brahim y James parecen ser los mejor encaminados a una solución satisfactoria para todas las partes. Unos encontrarán más protagonismo y el club aliviará su caja.

La cesión de Brahim al Milan es un hecho a falta, únicamente, de la firma del atacante, que buscará en la Serie A el protagonismo que no alcanzó en el Bernabeu. En cuanto a James, el que aparece como solución a los problemas es Ancelotti. El italiano es el que más puja por el colombiano, olvidado el pasado curso tras su regreso de Munich. El Everton parece dispuesto a hacer un esfuerzo. James liberaría para el Madrid los cerca de 13 millones brutos que cobra por temporada (que pueden aumentar si logra ciertos objetivos), una operación interesante desde el punto de vista financiero.

Con un 20% de disminución en un capítulo de ingresos por socios y taquillas y aminorados los efectos con la rebaja salarial del 10% acordada entre club y capitanes, el objetivo este verano se centra en las salidas. Por eso, la puerta sigue abierta a los futbolistas con menos protagonismo. A los casos descritos se unen los de Mariano, por el que se ha interesado el Benfica y que podría salir a través de un nuevo préstamo con opción de compra, y Mayoral, en el que ha pensado el Valencia,

Y la guinda del pastel, el asunto que más problemas genera, es el de Bale. El galés y sus 29 millones de euros brutos por curso, el que más cobra, un poco más que Ramos, en el Madrid. La salida ya ha sido tratada en otras ventanas del mercado sin encontrar la solución. Más difícil se presenta ahora, ante un caché tan elevado y en una situación económica tan complicada como la actual. Solo Bale tiene la llave.

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