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Natxo lezkano. Entrenador del Liberbank OviedoBaloncesto | LEB Oro

“Nuestra plantilla es ilusionante, de jugadores con ambición”

“La pasada temporada, el OCB tenía un status de la parte alta de la Liga; ahora la realidad es distinta”

Natxo Lezkano

En 25 años de entrenador, Natxo Lezkano Moya (Portugalete, Vizcaya, 17 de octubre de 1972) nunca había vivido tantos sobresaltos como desde que se hizo cargo del Liberbank Oviedo, en marzo pasado. Sólo pudo dirigir un partido con Pumarín a tope y, después de una pretemporada atípica por muchos motivos, acaba de salir de un confinamiento domiciliario por un positivo por covid-19. Aún así asegura estar encantado con el equipo y con la ciudad, mientras espera el resultado de los test para volver a los entrenamientos. El aplazamiento del partido del domingo en Cáceres le dará más margen para trabajar con una plantilla que acaba de quedar definida tras muchos movimientos. Hasta el 6 de diciembre, frente al Valladolid en Pumarín, no volverá a jugar el OCB.

–Desde su llegada a Oviedo no gana para sustos.

–Estamos viviendo unos meses muy convulsos. Es una experiencia nueva para todos, que nos pilla a contrapié. En la medida que podemos, nos protegemos para no vernos afectados, pero no vivimos en una burbuja. Nos afecta tanto por los positivos como en lo económico.

–¿Cómo valora el descenso del presupuesto?

–La pasada temporada, el OCB tenía un status económico que le situaba en la parte de arriba de la categoría. Ahora nos toca una realidad distinta, pero no vamos a estar todo el día lamentándonos. Salvo Arteaga, la plantilla es totalmente diferente. No solo nos quedamos sin jugadores a los que queríamos renovar, sino que tuvimos que replantear las aspiraciones en el mercado. Nos hemos ido adaptando al mercado en cada momento, cambiando la configuración porque no llegábamos.

–¿Da por cerrada la plantilla?

–Sí. Pese a todo lo que ha pasado es una plantilla ilusionante, con jugadores con ambición, ganas de trabajar, de implicarse en este proyecto, de iniciar una carrera profesional. Nos transmiten muy buenas sensaciones porque se están adaptando muy bien al club y a la nueva situación.

"Parece que la Liga no acaba de arrancar; la clave será readaptarse a los cambios de última hora"

Natxo Lezkano - Entrenador del Oviedo Baloncesto

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–¿Sufrirán por la falta de experiencia?

–Sabemos que es muy arriesgado formar una plantilla con tantos jugadores sin experiencia. En esta Liga se nota mucho en el aspecto táctico y en otros, como la relación con los árbitros. La LEB Oro es una Liga para jugadores con experiencia y nuestro mayor hándicap es que solo tenemos a dos, Óliver Arteaga y Saúl Blanco.

–¿Eso pudo influir en la derrota frente a Breogán?

–Aquel partido nos dejó muchas luces y algunas sombras. Mandar en el marcador frente al Breogán tres cuartos de partido es una buena noticia, pero nos faltó gasolina. Algunos jugadores no habían llegado. Pagamos todo eso. Ahora estamos bastante contentos con la plantilla, aunque siempre se puede mejorar.

–¿Les perjudicará este parón?

–Habíamos encontrado el ritmo de juego y teníamos buenas sensaciones. Parece que la Liga no termina de arrancar. Llevamos entrenando mucho tiempo y solo jugamos tres partidos. Lo que quiere el jugador es jugar, sobre todo los jóvenes. La clave de esta temporada va a ser adaptarse a los cambios de última hora y planificaciones que hay que modificar.

"La LEB es lo suficientemente importante para que el club tenga un pabellón para jugar a alto nivel"

Natxo Lezkano - Entrenador del Oviedo Baloncesto

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–¿Les perjudica mucho jugar sin público en Pumarín?

–Es otro de los hándicaps que tenemos este año. Jugar en casa es un aliciente, tanto para el club como para los jugadores, y claro que nos perjudica. Pero también les pasa a otros clubes. Frente al Breogán, la poca gente que pudo ir al pabellón nos animó, pero frente al Melilla, con las gradas vacías, la sensación fue un poco extraña.

–¿Qué opina sobre los problemas de instalaciones que sufre el club?

–La LEB es una Liga lo suficientemente importante y Oviedo una ciudad bastante grande como para tener un pabellón que reúna condiciones para jugar a alto nivel. Yo creo que es una situación que se tiene que reconducir. En cuanto a los entrenamientos, tampoco estamos en la situación ideal, ya que tenemos que compartir la pista con otras actividades que hay en Pumarín. Y a veces es difícil adaptarlo a la vida de un deportista profesional.

–¿Cómo se encuentra en el club y en la ciudad?

–El OCB es un club con un gran ambiente, buenos profesionales y muy buenas personas. Noto que todo el mundo trabaja en un ambiente positivo, algo fundamental para que las cosas salgan bien. Y Oviedo es una ciudad espectacular, muy bonita, con zonas peatonales, verdes y ambiente en la calle pese a lo que está pasando. Me gustaba mucho antes de venir y ahora la estoy descubriendo.

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