Dentro de unos años se pondrá aún más valor la contribución del Rodiles al fútbol sala femenino en Asturias, un deporte que cada vez gana más adeptos, y en el que más niñas quieren participar. El Rodiles, club pionero y referencia, sigue poco a poco derribando muros para reivindicar el deporte femenino. El último de ellos, y que deja además una gran alegría, ha sido acabar el año 2020 como líderes de Segunda Femenina. En su cuarta temporada en la categoría el club de Villaviciosa ha llegado a la cumbre. “Es casi algo anecdótico, porque aún queda mucha Liga, pero le damos mucho valor, porque ayudará muchísimo al futuro de este deporte en Asturias. Cualquier paso más hacia delante es muy importante”, reconoce Santi Tuero, entrenador del Rodiles.
El cierre de 2020 nunca lo olvidarán en el club maliayés. La pandemia les hizo parar la competición, como en otros deportes, el pasado mes de marzo. Y en ese momento el Rodiles estaba solo un punto por encima del descenso de categoría. Este nuevo curso, con la lección aprendida, el club maliayés cambió su rumbo y enlazó ya una buena dinámica desde el comienzo. “Sabíamos que este era nuestro año, sin los equipos gallegos, sin ningún descendido, podíamos aprovechar esa oportunidad, las sensaciones ya fueron muy buenas desde el inicio de la pretemporada”, destaca el preparador maliayés.
El primer año del Rodiles en Segunda Femenina tuvo una buena actuación, tras una segunda vuelta para enmarcar. El segundo curso su participación fue más regular, y el tercero, el curso se interrumpió de forma precipitada por el covid. Ahora en 2020 la sensación que queda en Villaviciosa es más que positiva. “Físicamente estamos muy bien. Me quedo como clave de la mejoría con la mentalidad competitiva”, ensalza Tuero. “Sabemos sufrir en determinados momentos de los partidos, no nos dejamos ir, estamos compitiendo con la mentalidad fuerte y en esos pequeños detalles ahora salimos ganando”, subraya.
El Rodiles ha dado además un salto de calidad en este tramo final de año, con la llegada de la portera brasileña Jhennifer Camargo, que fue nombrada cuarta mejor portera a nivel mundial en 2018. “Tiene una velocidad de juego diferente, viene de un nivel muy alto, tiene que adaptare a nosotras, y también tenemos que hacerlo a su juego”, analiza el técnico del Rodiles.
El club reúne a jugadores de toda Asturias, incluso algunas de ellas procedentes de equipos de campo. “El fútbol sala femenino no está tan arraigado, va a poco a poco, se nota mucha mejoría, pero el momento actual sirve como gancho”, cuenta Tuero antes de añadir sobre la actual plantilla que “es un deporte con mucha competencia, pero en el que las jugadoras viene con ilusión y ganas”.
El Rodiles tiene en sus filas a Sonia como máxima goleadora con nueve tantos, seguida de Romina con siete e Isa con seis. Es el conjunto de Villaviciosa el máximo realizador de su categoría. Y buscará ahora con el retorno de la competición en enero mantenerse en la zona alta. La primera cita clave será ante el Bilbo en casa, en el que será el retorno del público al polideportivo de Villaviciosa. “Tenemos que seguir igual de centradas, no podemos cambiar nuestra mentalidad y trabajo, hemos conseguido detalles muy importantes, pero aún queda mucho por delante”, indica el técnico.
Por delante aún quedan muchos partidos, pero un sueño. “No nos lo planteamos ahora, será muy difícil, pero sería lo máximo llegar a la máxima categoría del fútbol femenino en España”, concluye Tuero.
