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Fondo Norte

Dos golazos que no sirven de nada

Viguera y Cop, éste de gran libre directo, ponen por delante a un Sporting débil en defensa

Dos golazos de los delanteros rojiblancos, los que tienen que marcar, no sirven para nada a un Sporting que estuvo durante dos ratos de la noche de ayer en el puesto duodécimo, ficticio porque el resto no ha jugado aún; en otros dos, decimoséptimo, y que sigue en la zona de descenso por culpa de una derrota que él mismo con su debilidad defensiva atrajo hacia sí y a la que colaboró el tal Gil Manzano, que en un partido sin un mal gesto se hartó a sacar tarjetas y que mandó a Lillo a la caseta cuando quedaban veinte minutos. El Sporting no gana en Andalucía ni aunque se ponga dos veces por delante. Ni en Andalucía ni en otras regiones porque ya son ocho las jornadas en las que no mastica una victoria.

El gran timonel, desolado al final en el banquillo visitante de La Rosaleda, repitió la alineación que tan buen resultado dio ante el Sevilla. Sin hacer un gran juego, poco después del primer cuarto de hora, una jugada perfecta terminó con el gol de Viguera. Un buen gol en un buen momento porque el dominio del Málaga no llevaba peligro a la portería de Cuéllar. Incluso pareció una buena señal para los intereses rojiblancos la pronta retirada de Jony, no se sabe si por descontento con él del entrenador Juande Ramos o por un problema físico. Pero había otras señales malas: la lluvia de tarjetas y la lesión de Sergio Álvarez, relevado por un insípido Rachid.

Las malas señales se confirmaron en el descuento del primer tiempo, tres minutos de vellón, periodo en el que un balón, como tantos, mal defendido, llegó a Fornals, que lo mandó a la red. Rebotes, malos despejes, mala colocación y algún defecto dieron alas a un Málaga que también marcaba en un buen momento, el previo a irse al camerino, que diría Cantatore.

Y del camerino salió mejor el Sporting que, como decimos, había pasado del puesto duodécimo adonde lo llevaba la victoria al puesto decimoséptimo, uno por encima del actual, adonde lo mandaba el empate. Pero en el minuto tres, una falta al borde del área permitió a Cop hacer un lanzamiento perfecto, por encima de la barrera, con el balón pegado a la escuadra, imposible para Kameni. Otra vez por delante gracias a otro golazo.

El juego, sin embargo, no invitaba al optimismo. El equipo estaba blando, sin aguantar el balón más allá del segundo pase, con las líneas muy separadas. La mala impresión se confirmó pronto, antes del minuto veinte. Un córner mal sacado dio opción a un contragolpe que culminó Sandro con un cabezazo en el área pequeña; el lateral no se enteró, como no se enteraron ni el central ni el portero. El tercer gol local era cuestión de tiempo, y más tras la expulsión de Lillo, por una falta sin más que Gil Manzano convirtió en la segunda tarjeta. A raíz de esta jugada, el Sporting tuvo la gran ocasión de volver a la ventaja, pero Cop remató contra el cuerpo de Kameni. El tercer gol andaluz, también de un cabezazo tras balón mal defendido en la banda y en el centro. El Málaga sigue ganando en casa, el Sporting sigue sin ganar, aunque haga dos golazos como dos soles que no tienen traslación a la tabla. Y al final del partido diciendo que el equipo está cansado. En noviembre.

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