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La gran mayoría de las empresas asturianas mantiene la apuesta por los coches diésel

El mensaje del Gobierno para cercar al gasóleo no cala por ahora en las compañías "Sólo algunas tienen dudas", dicen los concesionarios

Coches en un concesionario.

Las empresas asturianas continúan apostando muy mayoritariamente por el gasóleo para sus flotas de vehículos. Los mensajes del Gobierno a favor de ir abandonando el uso de este combustible van calando entre los usuarios asturianos y las ventas de coches particulares con motor de gasolina han adelantado a los de diésel, pero las compañías permanecen impermeables a esos avisos. Lo confirma el portavoz de la patronal asturiana de concesionarios y talleres de coches (Aspa), Jesús Jardón: "A la empresa que hace kilómetros le sigue saliendo rentable el diésel". La diferencia en el bolsillo en cada repostaje sigue estando muy inclinada a favor del gasóleo.

"Sólo están surgiendo dudas y algo de preocupación entre algunas compañías de distribución por si dentro de un tiempo a sus vehículos se les va a prohibir la entrada en algunas ciudades", señala Jardón. Madrid o Barcelona, por ejemplo, ya tienen planes para restringir el uso de los vehículos que consumen diésel por sus calles para intentar quitar la boina de contaminación que envuelve sus calles en los días de grandes aglomeraciones de tráfico. Aunque estas restricciones sólo afectarán a los coches de gasóleo que fueron matriculados antes de 2006 y que, por lo tanto, no cuentan con las nuevas líneas de motores que no emiten tantos gases a la atmósfera.

Las impresiones de los concesionarios las vienen a corroborar los datos de la Asociación Española de Renting. Durante los primeros siete meses del año, este negocio creció con cierta intensidad en España. En concreto, se matricularon 179.875 vehículos de renting, de los que el 62,51% tenía motores de gasóleo. En Asturias el porcentaje puede ser bastante superior, señalan los concesionarios. En la región, el parque de coches de renting lo forman 4.607 vehículos, la inmensa mayoría diésel.

Jardón es de la opinión de que el camino hacia la descarbonización está desviado. El año pasado, explica, se incrementaron las emisiones de CO2 a la atmósfera, pero no fue por culpa del diésel. Todo lo contrario: lo achaca al incremento del uso de coches de gasolina.

Lo que tampoco termina de arrancar entre las empresas son los vehículos eléctricos. Sólo suponen el 0,6% de la flota nacional, señala Jardón. Un porcentaje muy pequeño, pese a que año a año van ganando terreno. "La mayor parte de las compañías que tienen eléctricos lo hace por imagen", agrega. Y remarca que la inmensa mayoría de los vehículos enchufables están en Madrid y en Barcelona, y pertenecen a empresas de lo que se llama "car sharing" (coche compartido).

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