Seguro que este verano has visto muchos coches con una etiqueta de la Dirección General de Tráfico (DGT) pegada en la luna delantera del vehículo. Si viajas Madrid habitualmente comprobarás que prácticamente todos los coches que circulan por la ciudad llevan este distintivo. Pero, ¿qué son las etiquetas ambientales? Su función es clasificar a determinados vehículos que están en circulación.

Estas distinciones surgen del Plan Nacional de Calidad del Aire y Protección de la Atmósfera 2013-2016 (Plan Aire), donde se afirma que tanto el dióxido de nitrógeno como otras partículas contaminantes que provienen del tráfico rodado son la principal fuente de contaminación en ciudades. Por esta razón, la DGT decidió establecer cuatro distintivos para clasificar el 50% del parque automovilístico, dependiendo del nivel de contaminación que emite cada vehículo.

Estas etiquetas se pueden conseguir por un precio de 5 euros en las oficinas de Correos y en algunas comunidades autónomas, también en los talleres. En Asturias, se pueden conseguir también en cualquiera de las 100 gestorías administrativas que operan en el Principado. Para adquirirla hay que presentarla el permiso de circulación del automóvil, el DNI del propietario del vehículo y el número de matrícula. Muchas de estas etiquetas se repartieron entre muchos conductores de la comunidad de Madrid. El adhesivo hay que colocarlo en la esquina inferior derecha de la luna delantera de nuestro coche.

¿Qué etiqueta tengo que poner a mi vehículo?

La DGT ha establecido la clasificación ambiental con cuatro adhesivos de colores, acompañado de una letra o número ordenados de menor mayor por sus emisiones contaminantes:

La etiqueta Cero emisiones esta destinada para los vehículos eléctricos de autonomía extendida (con una autonomía mínima de 40 kilómetros) (híbridos enchufables) eléctricos con batería y vehículos de pila de combustible. Además, también se incluyen motocicletas, triciclos, cuadriciclos y ciclomotores.

La etiqueta Eco es para aquellos vehículos vehículos híbridos enchufables con autonomía menos de 40 kilómetros, vehículos híbridos no enchufables (HEV), vehículos propulsados por gas natural, vehículos propulsados por gas natural comprimido (GNC) o gas licuado del petróleo (GLP).

La etiqueta C está destinada para aquellos automóviles clasificados en el Registro de Vehículos como gasolina EURO 4/IV, 5/V o 6/VI o diésel EURO 6/V, matriculados entre enero de 2006 y diésel desde el año 2014.

La etiqueta B es para vehículos clasificados como gasolina EURO 3/III o Diésel EURO 4/IV o 5/V. Se trata de turismo y furgonetas ligeras de gasolina que han sido matriculados a partir de 2000 y para los diésel que fueron matriculados a partir de 2006.

¿Qué significa cada parte de la etiqueta?

En la parte superior figura el “nivel de emisiones EURO del vehículo”. Escaneado el código QR se puede saber el año de matriculación del automóvil, la marca y el modelo, el combustible, la categoría y autonomía eléctrica, el nivel de emisiones EURO y la potencia fiscal. Debajo de este código figura el número de matricula y combustible empleado por el vehículo. A la derecha de la pegatina está el número de etiqueta y código de barras.

¿Qué etiqueta debo añadir a mi vehículo?

Para asegurarte de que adhesivo tienes que añadir a tu vehículo, la DGT dispone en su porta digital de un buscador en el que indica que pegatina corresponde después de añadir el número de matrícula de nuestro coche.

¿Es obligatorio llevar esta etiqueta?

De momento no es obligatorio llevar la etiqueta de la DGT en nuestro vehículo.