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El futuro de Alcoa

Klesch Group, interesado en la fábrica de Alcoa Avilés, llevó a la quiebra a tres alumineras

La compañía suiza, que ha contactado con el Principado, trató de comprar a Alcoa una planta en Italia tras hundir dos en Holanda y una en Alemania

Klesch Group, interesado en la fábrica de Alcoa Avilés, llevó a la quiebra a tres alumineras

Klesch Group, que se ha interesado por las fábricas de Alcoa de Avilés y La Coruña y ya ha mantenido contactos tanto con el Gobierno del Principado de Asturias como con el de la Xunta de Galicia, tiene experiencia en la gestión de plantas de aluminio, aunque su curriculum hace temblar a cualquier comité de empresa. Las tres fábricas que entre 2007 y 2009 compró a otras multinacionales en Holanda y Alemania fueron a la quiebra bajo su propiedad. En 2012 también trató de comprar una planta de Alcoa en Italia, pero tras dos años de negociaciones no hubo acuerdo y cerró.

El interés de Klesch Group por las fábricas de Avilés y La Coruña, adelantado por LA NUEVA ESPAÑA, es el único que han confirmado las Administraciones implicadas en la búsqueda de un inversor para las factorías que la estadounidense Alcoa quiere cerrar. No obstante, las Administraciones también han contactado con otros posibles interesados como el grupo español Alibérico.

Klesch Group, que ahora tiene sede en Ginebra (Suiza) y primero la tuvo en Londres (Reino Unido), es propiedad del multimillonario Gary Klesch. Nacido en Cleveland (EE UU) en 1947, Klesch fue trabajador y luego socio de la banca de inversión McDonald & Company y a los 28 años fue nombrado director de Política de Mercados de Capitales en el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. De vuelta a la empresa privada trabajó para firmas de corretaje de valores y luego creó sus propias empresas de intermediación y transacciones financieras internacionales. En 1990 fundó Klesch Group, especializado en la adquisición de negocios industriales de materias primas que pasan por dificultades "para optimizar su potencial". Uno de los sectores en los que ha puesto el foco es el del aluminio. Al igual que ahora con las fábricas de Alcoa en Avilés y La Coruña, Klesch siempre se ha fijado en los descartes de las multinacionales, pero todas las alumimeras que compró han acabado, bajo su gestión, en quiebra.

Zalco (Holanda). Esta planta de aluminio primario ubicada en Vlissingen nació en 1969 como filial de la francesa Pechiney. En 2003 Pechiney pasó a ser propiedad del gigante del aluminio canadiense Alcan, que tres años después puso a la venta la fábrica de Vlissingen (Pechiney Países Bajos). En julio de 2007 Klesch Group adquirió esa planta, que pasó a denominarse Zeeland Aluminium Company (Zalco). Desde la toma de posesión la compañía sufrió pérdidas crecientes (hasta 67 millones en 2010) que la dirección achacaba a la subida del precio de la energía y a la bajada del de el aluminio. Ante la previsión de pérdidas en 2011, la empresa planteó un recorte salarial del 20% que fue rechazado por la plantilla. En diciembre de ese año el tribunal de Middelburg declaró la quiebra de Zalco y 620 empleados quedaron sin trabajo.

Klesch Aluminium Delfzijl (Holanda). La aluminera de Delfzijl se inauguró en 1966 y en 1999 su matriz se fusionó con British Steel formando el grupo británico Corus. En 2007 la compañía india Tata Steel compró Corus, pero lo que le interesaba era sus plantas siderúrgicas, con lo que puso a la venta las fundiciones de aluminio en Delfzijl (Holanda) y en Voerde (Alemania). Klesch Group compró las dos plantas en 2009. En medio de la recesión global y con los precios del aluminio a la baja, Klesch despidió a 100 trabajadores de Delfzijl y cerró hornos. En 2013, pese a obtener un préstamo de 8 millones de las administraciones públicas para mantener sus 300 empleos, entró en quiebra por las deudas con la compañía eléctrica. Dos años después, el Gobierno de Holanda, el provincial de Groninga y Klesch llegaron a un acuerdo para reabrir la planta de Delfzijl con 200 empleos y solucionar los problemas de suministro eléctrico con la construcción de una línea de conexión con Alemania. Sin embargo, en 2017 volvió a entrar en quiebra con 175 empleados en plantilla y posteriormente la planta fue comprada por el grupo norteamericano York Capital.

Voerde Aluminium (Alemania). Klesch compró en 2009 a Corus esta aluminera alemana volcada en la industria del automóvil. Tenía entonces 410 empleos y tres años después se declaró en quiebra. Klesch culpó de la situación a los altos precios de la electricidad en Alemania. En 2014, el fabricante germano Trimet se hizo cargo de Voerde Aluminium con los 280 empleados que aún retenía.

Alcoa Cerdeña (Italia). La quiebra de Voerde no impidió que en el mismo año, 2012, Klesch se presentara como posible salvador de la aluminera que Alcoa pretendía cerrar en Cerdeña y que es similar a la de Avilés. Después de dos años de negociaciones no hubo acuerdo y la planta de Alcoa cerró, aunque ahora la suiza Siders Alloy pretende reabrirla.

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