ArcelorMittal tiene vía libre para poder poner en marcha su plan de despidos, que incluía la salida de entre 50 y 100 de sus trabajadores en España, una vez que las negociaciones con los sindicatos para pactar un nuevo expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) hayan fracasado. La multinacional siderúrgica, que finalmente ha impulsado en solitario una regulación de empleo por causas productivas en la que se incluye un duro recorte salarial, del 35%, no tendrá restricciones para volver a su plan inicial de recorte de gastos en sus plantas españolas, que incluía, además de los despidos, la paralización de algunas inversiones -las de las baterías de coque de Gijón, por ejemplo- y dejar sin fecha de arranque el horno alto A de Veriña, que lleva sin producir desde hace un mes.
Durante las fallidas negociaciones con los sindicatos, la siderúrgica retiró la amenaza de los despidos, pero lo hizo a cambio de que finalmente hubiera un acuerdo, que no se produjo. La compañía admitía ayer que podría reactivar esos planes iniciales, aunque también aseguraba que aún no tenía ninguna decisión tomada.
Lo que sí que ha comenzado a hacer la multinacional es a informar de forma individual a sus trabajadores del cambio de las condiciones en la regulación de empleo. Ya que la que tenía en marcha desde 2009 -mucho más ventajosa para la plantilla- quedará en suspenso y será sustituida por el expediente que la empresa ha sacado adelante en solitario. La aplicación final dependerá, no obstante, de la carga de trabajo de cada taller.
Mientras tanto, los sindicatos, que ya preparan duras movilizaciones, van a romper cualquier relación con la compañía. Al menos durante el tiempo que dure la regulación, las centrales no se sentarán a negociar con la multinacional ningún tipo acuerdo. Entre otros, estaba pendiente de acordar, por ejemplo, la nueva reordenación de los talleres de Gijón que la multinacional lleva meses postergando y que iba a traer consigo también un nuevo ajuste de empleo.
Los comités de empresa de Gijón, Avilés y Aboño también han hecho un llamamiento a la plantilla para que no "colabore en nada más allá de lo exigido por el contrato de trabajo". Es decir, que, entre otras cosas, les insta a que durante estos meses no hagan horas extra, a que los horarios laborales se cumplan de forma estricta y que los que estén teletrabajando solo utilicen equipos aportados por la empresa. Para este lunes, los comités tienen previsto diseñar un calendario de movilizaciones -de dos horas por turno-, un sistema que ya utilizó CC OO durante sus protestas por la paralización de la negociación del acuerdo marco.
