ArcelorMittal propuso ayer un cambio sustancial de los turnos de trabajo en el tren de chapa de Gijón que no conllevaría pérdidas de personal, pero sí un cambio en la forma en la que el taller venía trabajando hasta ahora. La intención de la multinacional es hacer una reorganización en sus instalaciones de Veriña (Gijón), que llevan tiempo perdiendo carga de trabajo. Esta será la segunda vez en poco tiempo que la siderúrgica trata de meter tijera. La última vez sus propuestas -que incluían drásticas reducciones de personal- se encontraron con la feroz crítica de los sindicatos y la multinacional acabó dando marcha atrás.
En este caso no habrá ajustes de personal en el tren de chapa, ya que el taller -explicaron fuentes sindicales- tiene "un alto índice de absentismo". Y si fuera necesario realizar algún ajuste se haría a través del expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), cuyas condiciones se conocerán -muy probablemente- hoy mismo. Para chapa, Arcelor plantea ahora que el taller trabaje seis días seguidos y esté dos sin actividad. Además de que pare durante siete turnos seguidos (algo más de dos días) cada dos semanas para ajustar los excesos de jornada del personal. A los sindicatos, así de primeras, no le hace mucha gracia la medida.
Por otra parte, mañana, jueves, se celebrará un juicio por el calendario de vacaciones en la multinacional, tras una denuncia de la CSI.
