Asturias perdió 1.507 autónomos durante el último año, según las cifras que divulgó ayer la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). "El otoño será muy duro", advirtió así de primeras el presidente de esta agrupación, Lorenzo Amor. Los trabajadores por cuenta propia son de los colectivos que más se han visto afectados por el cierre de la economía derivado del confinamiento de la población para tratar de frenar la expansión del coronavirus ya que la mayoría de ellos están ocupados en los sectores más afectados por la clausura, el comercio y la hostelería.
De esta forma, el Principado cerró junio con 72.318 trabajadores por cuenta propia afiliados a la Seguridad Social, mientras que hace justo un año había 73.825. Esto supone que el número de autoempleados ha caído en la región un 2%. Aunque el porcentaje pueda parecer corto, está por encima del que se registró en el conjunto de España y que fue del 1,3%. En el conjunto del país, de un año para otro se perdieron 41.348 empleados por cuenta propia.
No obstante, ATA quiere también sacar alguna conclusión positiva de las cifras y asegura que si se compara el cierre de junio con el de mayo se pueden ver algunas señales de esperanza. "Los datos de paro y afiliación en junio constatan la reactivación de los autónomos y de las empresas tras meses de cese de actividad por el confinamiento. Son números aceptables, aunque lamentablemente la activación no está viniendo acompañada por la demanda en muchas actividades", aseguró Lorenzo Amor.
Tras ese pequeño oasis de ligero optimismo, la asociación asegura que lo peor para los trabajadores por cuenta propia está por venir. Augura ATA que a partir del mes de julio el descenso en el número de trabajadores por cuenta propia se va a ir acelerando. "A partir de ese mes se iniciará la pérdida de autónomos, será una sangría", pronostica Amor. Y añade: "Lamentablemente se ha incrementado el paro y la afiliación a la seguridad social no se ha incrementado a los niveles de otros años como corresponde a los datos de la temporada turística". En su opinión "se activaron las empresas en la desescalada, pero desde el 15 de junio el empleo o se ha mantenido o incluso ha descendido algo que no es habitual en estas épocas del año y que nos marca una tendencia preocupante".
Casi la mitad de los autónomos que han continuado con su actividad durante estos últimos meses han tenido que solicitar ayudas al Gobierno para poder sobrevivir y no tener que echar la persiana. La mayor parte de la pérdida de autoempleo se está concentrando en el comercio y la hostelería.
