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La unión Liberbank-Unicaja, más cerca tras un ajuste en la propiedad del banco andaluz

Consumada una reducción de capital que da margen al grupo malagueño para aproximarse a la aspiración del asturiano en el canje de acciones

Un cambio en la composición del capital social de Unicaja Banco ha allanado en las últimas horas el camino hacia un acuerdo entre la entidad andaluza y Liberbank para la fusión que daría lugar al cuarto grupo financiero español. Las conversaciones están avanzando en aspectos cruciales como la ecuación de canje, determinante para el reparto accionarial del nuevo banco y que está tendiendo a situarse en un punto intermedio entre las aspiraciones iniciales de los negociadores: en torno al 59% podría quedar en manos de los propietarios de Unicaja y el 41% sería para los de Liberbank.

La Fundación Bancaria Unicaja comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su participación de control en el banco de raíz malagueña ha sobrepasado el 50%. Es consecuencia de una operación aprobada por la junta de accionistas semanas atrás y que se consumó el día 19 de noviembre: una reducción del capital social equivalente a 30,5 millones de acciones, representativas del 1,8966% de la propiedad, mediante la amortización de casi la totalidad de los títulos que formaban la autocartera de Unicaja. “Dicha reducción de capital ha conllevado que, de forma sobrevenida, el porcentaje de participación en el capital (...) se ha situado en el 50,812% de la nueva cifra de capital social tras la reducción, sin que se hayan visto alterado el número de acciones y de derechos de voto qde la fundación”, se expone en un formulario remitido a la CNMV.

A raíz de tal ajuste, la posición en Unicaja de la fundación bancaria que preside Braulio Medel ha pasado del 49,685% al referido 50,812%. El nuevo alcance de esa participación, mediante una maniobra que tiene el visto bueno de las autoridades regulatorias, engrasa las negociaciones de la fusión en la medida en que da margen a Unicaja para flexibilizar su postura sobre la ecuación de canje y acercarse a las pretensiones de Liberbank sin poner en riesgo el objetivo de Medel de que la fundación bancaria malagueña detente al menos el 30% del capital del nuevo banco. Por debajo de ese nivel, la entidad perdería la consideración de grupo fiscal y con ello relevantes ventajas tributarias recogidas en la ley de 2013 que convirtió las antiguas cajas de ahorros en fundaciones bancarias. Ese mismo riesgo ha llevado a la fundación La Caixa a elevar su participación en Caixa Bank ante el proceso de fusión con Bankia, también en este caso con el beneplácito de los reguladores.

Que el principal accionista de Unicaja haya alcanzado el 50,812% del capital facilita la fusión con Liberbank porque hace posible la siguiente cuenta: la fundación andaluza alcanzaría el 30% del nuevo banco si se pactase una ecuación de canje que diese a los accionistas de Unicaja el 59,04% del capital y el 40,96% restante a los de Liberbank. Un reparto así estaría prácticamente a medio camino entre las posiciones en las que se enrocaron ambos bancos durante la fallida negociación de 2019: el 60%-40% que defendía Unicaja y el 58%-42% que preconizaba Liberbank.

Considerando exclusivamente la capitalización bursátil –uno entre varios parámetros que se tienen en cuenta para determinar el peso de cada banco–, Unicaja pondera el 57,6% y Liberbank, el 42,4%, según las cotizaciones de ayer, jornada en la que ambos grupos registraron ascensos en Bolsa (del 1,61% en el caso del banco andaluz y del 2,99% en el del asturiano). En volumen de activos, Unicaja representa el 57% y Liberbank, el 43%. Las proporciones se inclinan con mayor claridad hacia Unicaja en el capítulo de los depósitos de la clientela (60% frente a 40%) y también en los recursos fuera de balance (volumen de fondos de inversión o de pensiones gestionados por los bancos).

Fuentes financieras confirmaron ayer que el ajuste en el capital de Unicaja remueve obstáculos para la fusión y matizaron que por el momento no está cerrado ni el capítulo de la ecuación de canje ni otros relevantes de las negociaciones. No obstante, la información que ha trascendido indica que las direcciones de ambos bancos están tratando de cerrar los últimos flecos de un entendimiento que podrían comunicar al mercado esta misma semana.

La entidad heredera de Cajastur conservará temporalmente su marca en Asturias

La integración de Unicaja y Liberbank, de consumarse, no supondrá un cambio automático en las enseñas comerciales. La denominación de la entidad resultante está pendiente de definir, aunque algunas informaciones dan por hecho que, con el tiempo, el nombre de Unicaja se extenderá al conjunto de la red. En cualquier caso, se considera altamente probable que la marca Liberbank permanezca durante un tiempo en regiones como Asturias, donde el banco heredero de la antigua Cajastur (hoy, fundación bancaria Caja de Ahorros de Asturias) tiene mayor raigambre. El proceso podría ser análogo al que se dio con el nacimiento de Liberbank. Si bien la fusión entre Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura data de 2011 y que en ese mismo año se aprobó la marca comercial Liberbank, esta se reservó inicialmente para los territorios de expansión ajenos a los mercados naturales de las antiguas cajas y no se generalizó en el resto de regiones hasta dos años después. Durante ese tiempo, Liberbank siguió operando en Asturias como Cajastur. La previsión de conservar las marcas de manera temporal se fundamenta en razones comerciales, pero también económicas. Cambiar la imagen corporativa de toda una red de oficinas conlleva un gasto que no se consideraría prioritario ahora.

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