A la fábrica de ensamblaje de coches eléctricos a la que aspira Asturias le falta un componente, el más importante, el de la inversión privada. El director de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN), Juan Carlos Aguilera, desveló ayer que el Gobierno asturiano ya ha finalizado todos los trabajos preparativos para que la región pueda acoger una factoría de estas características. “Incluso se han realizado trabajos de ingeniería, hemos hecho todo lo que hemos podido, todos los análisis, ahora es la inversión privada la que tiene que jugar su papel”, destacó durante unas jornadas organizadas por la Asociación Española del Vehículo Eléctrico (AEDIVA) –presidida por el asturiano Adriano Mones, uno de los impulsores del proyecto de esa fábrica de ensamblaje–, para presentar las ayudas del plan Moves III para incentivar la venta de coches eléctricos y que en Asturias contará con 8,6 millones de euros.
Aguilera añadió que el proyecto “es viable, no hay razones para que no se materialice, ahora hay que encontrar los socios privados adecuados porque la parte pública no puede construir una fábrica, lo que hemos hecho ha sido sembrar el terreno”.
Sobre las ayudas para darle un acelerón a las ventas de eléctricos la directora general de Energía, Belarmina Díaz, señaló que las peticiones están “desbordadas”. Ya hay 240 interesados, en su mayoría los que no pudieron acogerse al Moves II por la falta de fondos. Las subvenciones (de hasta 7.000 euros para la compra de un turismo enchufable) aun tardarán. El Principado está adaptando la normativa que, según las cuentas de Díaz, podría estar lista en mes y medio. El consejero de Industria, Enrique Fernández, vaticinó que el reparto de las ayudas será un “éxito”, y destacó el empuje de la región para que mejore la penetración de los turismos enchufables.
