Asturias podría haber recuperado en 2021 los flujos de comercio exterior por vía marítima que había perdido en el ejercicio precedente, según una primera estimación avanzada ayer por el observatorio regional Regiolab con un trabajo de la profesora de Economía Aplicada de la Universidad de Oviedo Lorena García Alonso sobre “El colapso en el comercio internacional”, y esto pese a los desajustes en las expediciones de mercancías en barco, la crisis de suministros, el encarecimiento de los fletes y la escasez y carestía de los contenedores.
Según la profesora García Alonso, en 2020 hubo un fuerte retroceso del tráfico marítimo exterior tanto en España como en Asturias, con el agravante en el caso asturiano de que “las salidas por mar cayeron el doble a nivel regional que nacional” y que las entradas retrocedieron “15 puntos porcentuales más” que en el conjunto del país. Esto supuso una merma de la posición relativa de Asturias, con “una pérdida de peso en la cuota nacional, que pasó del 2,8% en 2019 al 2,3% en 2020”.
Sin embargo, en 2021 –y con los “datos disponibles” hasta ahora– “parece” que se ha podido producir “una subida incluso superior a la pérdida experimentada el año anterior y recuperar el peso perdido”.
En el caso del tráfico específico de contenedores, Gijón sí aumentó su actividad en 2020 aunque el total nacional cayó el 0,73% respecto a 2019. Pese al avance en El Musel, Gijón sigue moviendo cinco veces menos de tráfico que el puerto de Bilbao (referencia en el Cantábrico en esta modalidad), y esto pese a que la dársena vizcaína perdió “una quinta parte de su tráfico en 2020” y a que el acumulado de sus movimientos en 2021 hasta octubre fue “sensiblemente inferior al de los cuatro ejercicios anteriores”.
En cuanto al tráfico de tránsito, Gijón triplicó su movimiento en 2020 respecto a 2019, situándose en sexto lugar en España. Sin embargo, en 2021 (con datos hasta octubre) experimentó un volumen “drásticamente inferior al de años anteriores”, lo que indica que su posición “no está consolidada”.
