El Gobierno aprobó ayer la anunciada reducción del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del gas, que pasará el 1 de octubre y hasta el 31 de diciembre del 21% al 5%, mínimo autorizado por la Comisión Europea. El gas natural se suma así al mismo tratamiento fiscal excepcional que el ejecutivo ya aprobó hace meses para la electricidad. De esta rebaja también se beneficiarán los "pellets", astillas, briquetas, leña y otros derivados de la madera que se usen en sistemas de calefacción.
En el caso del gas natural, se incluye el destinado a las calderas de comunidades de vecinos. El tipo de IVA reducido se aplicará a las entregas, importaciones y adquisiciones intracomunitarias. De momento, no podrá acogerse el gas licuado del petróleo (GLP) porque por ahora no lo prevé la regulación europea.
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, dijo que las rebajas fiscales y demás ayudas a la energía podrían prolongarse durante el año próximo si se considera necesario.
Según la organización de consumidores Facua, esta medida del ejecutivo podrá suponer para un consumidor medio un ahorro de 12 euros mensuales a los usuarios de gas natural acogidos a la tarifa regulada (que tienen la subida de su precio limitada desde el pasado mes de junio) y 26 euros para los abonados a la tarifa libre.
La rebaja en el IVA del gas natural y los biocombustibles se suma a la merma del mismo impuesto en el caso de la electricidad, que también se redujo del 21% al 5%; el recorte del impuesto específico de esta energía, que ha pasado a ser del 0,5%, y la suspensión del impuesto a la generación, que venía gravando la electricidad con el 7%.
El Gobierno calcula que estos recortes tributarios han supuesto una merma de la carga fiscal a los consumidores por un importe que supera los 10.000 millones de euros.
