Los candidatos de las cuatro formaciones políticas con representación en el Congreso por Asturias han participado hoy en un acalorado debate electoral en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA para abordar los grandes temas del futuro de Asturias. En el acto han participado la número uno de la lista de la coalición PP-Foro para la Cámara Baja, Paloma Gázquez; María Luisa Carcedo, ministra de Sanidad y número dos de la candidatura del PSOE, y los cabezas de cartel de Unidas Podemos y Ciudadanos, los diputados en la última legislatura Sofía Castañón e Ignacio Prendes, respectivamente.

La transición energética fue uno de los temas donde se generó mayor tensión entre los candidatos. "El mayor riesgo de la industria asturiana se llama Teresa Rivera y el gobierno de Pedro Sánchez", reprochó el portavoz de Ciudadanos -que abogan por reducir los costes del CO2 y elaborar un nuevo marco para las industrias electrointensivas- en una discusión con la representante de los socialistas. María Luisa Carcedo calificó de "valiente" el reproche de Prendes porque la transición energética se está llevando a cabo porque "la situación del planeta es la que es". Para Carcedo la única solución viable pasa por el estatuto que se está pactando con las empresas.

Desde Podemos creen en un horizonte verde que pueda generar empleo en Asturias porque "no tenemos que competir entre cáncer o paro". Apostar por un modelo de región verde "no está reñido con la generación de empleo, explica Castañón, que aboga por "dar una respuesta a nuestras jóvenes que se están teniendo que ir de Asturias".

El Partido Popular, por su parte, reprocha la actitud del resto de candidatos sobre este tema cuando "todos han votado a favor del cierre de nuestras industrias cuando los compromisos del acuerdo de París no había por qué ser los primeros; para el 2020 es cumplían perfectamente sin poner a Asturias en peligro".

De forma paralela al debate sobre la industria, los candidatos hicieron mención a las infraestructuras de la región. "Queremos fomentar un AVE que no sea un tren de la bruja", argumenta Gázquez sobre los planes del PP en este área, en la que también apuestan por un "tráfico aéreo asequible y que se pueda competir en precios".

Empleo

Las recetas sobre el futuro económico de la región son varias. El PP habla de atraer inversión y talento, el PSOE de "generar un modelo productivo basado en la innovación para conseguir empleos de calidad".

Desde Podemos apuestan por una subida del salario mínimo interprofesional que alcance los 1.200 euros al final de la próxima legislatura. "Eso se puede hacer", asegura Castañón, que también hizo en hincapié en abordar la brecha salarias con "transparencia en las remuneraciones".

Los naranjas basan su política económica en el apoyo a las familias y generar un entorno favorable para los empresarios: "nuestro compromiso es 24 horas para crear una empresa", explica Prendes. Otro de sus caballos de batalla es la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones.

Líneas rojas

El Partido Popular, en palabras de Gázquez, no pactará con "quien esté al margen de la ley y la constitución, con radicales de izquierdas, de Unidos Podemos, independentistas, Bildu-etarras y no podemos pactar con el PSOE porque ha demostrado que es capaz de pactar con todos ellos".

El PSOE, por su parte, cree que no es momento de hablar de pactos. Prefiere esperar a que la ciudadanía se pronuncie en las urnas y de ahí "interpretar su dictamen y garantizar la gobernabilidad del país".

A Podemos no le gusta hablar de líneas rojas, pero no va a sumarse a la ultraderecha o con quienes "niegan el derecho a las mujeres o a los colectivos LGTBI".

Por su parte, Ciudadanos no va a pactar "contra quienes rompen el pacto del 78 y esto tiene un nombre: se llama Pedro Sánchez y el gobierno socialista".