La hiperpaternidad es un término que algunos especialistas han definido como un "fenómeno de crianza y educación que se caracteriza por una atención desorbitada a los hijos".

Los padres consideran que, para ejercer bien como tales, tienen que avanzarse a los problemas del niño y estar pendientes de ellos en todo momento. Esto acaba siendo contraproducente, puesto que, de esta forma, impiden que los hijos se enfrenten a sus propios miedos.

Un nuevo modelo de crianza se está llevando por delante la autonomía de los pequeños y su capacidad de frustración, además de generar niños y niñas con más miedos que nunca. Este fenómeno surgió en Estados Unidos, se ha extendido rápidamente por Europa y tiene dos aspectos a destacar: por un lado, se encuentran los "padres helicóptero", que corresponden al perfil de los que se encuentran orbitando alrededor de los niños todo el tiempo, anticipándose a sus deseos. Por otro, los "padres apisonadora", centrados en allanar constantemente el camino de los hijos para que no se topen con dificultades.

Y es que los hiperpadres, normalmente, tienen miedo del futuro de sus hijos y buscan prepararlos de la mejor forma posible, inscribiéndoles en los mejores colegios, comprándoles los mejores juguetes y apuntándoles a todas las actividades extraescolares posibles para asegurarles un brillante futuro. Además, buscan el hijo perfecto y lo tienen que construir lo antes posible. Consideran la infancia del niño como su campo de entrenamiento, a lo que se une que son padres que no permiten que sus hijos se frustren ni asumen que tengan miedos o preocupaciones.

Esto tiene como consecuencia a niños y niñas engreídos, inseguros, con muchos miedos, incapaces de resolver problemas por ellos mismos y, por ende, de enfrentarse a la vida, una vida que está llena de dificultades -en el trabajo, en la escuela o en las relaciones amistosas y amorosas-. Los expertos señalan que amar a un hijo no es evitarle constantemente las piedras del camino; el objetivo es que comprenda que, sea como sea, sus padres le querrán de forma incondicional.