León

La abstención del PP y el PSOE posibilitó ayer que la Diputación de León aprobara, con los votos a favor de la UPL, una moción en la que se exige que el nuevo Estatuto de Autonomía de Castilla y León reconozca un «mecanismo legal» que permita que en un futuro la región leonesa abandone esta comunidad.

Con esta postura, los dos grupos mayoritarios permitieron que, como ya ocurriera hace menos de un mes en un Pleno del Ayuntamiento de León, se diera luz verde a esta iniciativa, que persigue evitar un posible blindaje de la actual configuración de la autonomía de Castilla y León.

El portavoz del grupo de gobierno, el popular Juan Martínez Majo, en su intervención en el Pleno de la Diputación, atribuyó su postura al hecho de que, en el caso de su formación, «el corazón y la cabeza se contradicen». Consideró «positiva» la posibilidad de que el nuevo Estatuto «deje la puerta abierta» a que, como plantea la moción, los ciudadanos de León, Zamora y Salamanca puedan decidir, en un futuro, mediante un referéndum si desean o no constituirse como una autonomía propia, al margen de Castilla.

No obstante, también vio «ilógico» pretender que el nuevo texto estatutario, ya aprobado por las Cortes autonómicas y que espera el visto bueno del Parlamento, «prevea su propia defunción y el propio desmembramiento» de Castilla y León. El portavoz popular recalcó que la propia Constitución ya reconoce la posibilidad de que cualquier comunidad modifique su configuración mediante una ley orgánica aprobada por el Congreso.

El portavoz del PSOE, Marcelo Alonso, se pronunció en términos similares y se mostró partidario de que la moción aprobada ayer por la Diputación «llegue a su destino para que así alguien pueda contemplarla». Sin embargo, advirtió de que el Grupo Socialista «no va a gastar ni una neurona más en mirar al pasado».

Luis Herrero Rubinat, portavoz de la UPL, defendió el derecho de León y de sus ciudadanos a decidir si desean o no formar parte de la comunidad autonómica, que, según recordó, no fue aceptada, en el momento de su constitución, por una amplia mayoría de los ayuntamientos de la provincia. Retó a los diputados de PP y PSOE a ser «valientes» para apoyar una iniciativa que, a su juicio, es ampliamente respaldada por los leoneses y lamentó la existencia de un «divorcio» entre el pueblo y sus representantes de los dos partidos mayoritarios en torno a este asunto.

Esta moción leonesa pro segregación ha salido adelante un día antes de que el presidente de las Cortes, José Manuel Fernández Santiago, acompañado por los portavoces de PP y PSCL-PSOE, José Antonio de Santiago Juárez y Ángel Villalba, registren hoy en el Congreso la reforma del Estatuto de Castilla y León, aprobada en el Parlamento regional con el consenso de populares y socialistas.

El texto de esta tercera reforma, refrendado el pasado 29 de noviembre por la Cámara regional, inicia así su tramitación en las Cortes Generales para su aprobación definitiva. El nuevo Estatuto define a Castilla y León como comunidad histórica y cultural, refuerza las señas de identidad con un reconocimiento del castellano, amplía competencias como la gestión exclusiva de la cuenca del Duero, la mayor novedad, y recoge la posibilidad de crear una Policía autonómica y una carta de derechos sociales. El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, calificó esta reforma de ambiciosa, personalizada, solidaria con el resto de comunidades, constitucional, alejada de la polémica y sin conflictos con el Estado.

El Pleno de las Cortes, previsto para los días 13 y 14, aprobará la representación de Castilla y León que defenderá la reforma en el Congreso, integrada por Juan Vicente Herrera, José Antonio de Santiago-Juárez y Ángel Villalba.