Vitoria

El Parlamento Vasco aprobó ayer una iniciativa en la que acusa al Gobierno central de «amparar sin excepción» y de forma «sistemática» a las fuerzas policiales ante las denuncias de torturas o malos tratos de etarras detenidos, y le pide que cese en la concesión de indultos a agentes condenados por ello.

La proposición, presentada por Aralar, se aprobó con los votos a favor del tripartito PNV-EA-EB, de Aralar y EHAK, y en contra del PP y PSE-EE, informa «Efe».

En la resolución, la Cámara vasca «reprueba la postura que el Gobierno español adoptó sistemáticamente ante las denuncias de torturas o malos tratos, amparando sin excepción a las fuerzas policiales». Asimismo criticó «especialmente el total amparo» ofrecido por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, a los ocho guardias civiles ante las denuncias de torturas de los presuntos miembros de ETA Igor Portu y Martín Sarasola.

Además, hace un llamamiento para que el Gobierno adopte las medidas «necesarias para garantizar los derechos humanos» y abogó por que cuando se produzca una denuncia de tortura el Gobierno realice una investigación interna y dé una «respuesta acorde a un Estado de Derecho garantista».

Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó ayer de «absolutamente infundada» y «fuera de contexto» la iniciativa de Aralar. Además, subrayó que son los tribunales los que «únicamente» tienen la «capacidad de determinar responsabilidades en el comportamiento de un funcionario público».

Por otra parte, el lendakari, Juan José Ibarretxe, viajará el próximo martes a Madrid para encontrarse con Zapatero «totalmente convencido» de que conseguirán llegar a un acuerdo. «Si no pensara que es posible el pacto, no iría», afirmó el lendakari, que justificó sus esperanzas recordando que lo que ahora se tacha de «ocurrencia» es lo mismo que el PSOE «estaba dispuesto a firmar en 2006, no hace 300 años» en las conversaciones de Loyola entre PSE, PNV y la ilegalizada Batasuna, informa «OTR/Press».

Mientras, la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que Zapatero no quiere «aventuras que traspasen las reglas de juego».