Adis Abeba

El Gobierno español hizo ayer un llamamiento a la comunidad internacional para evitar que Somalia se convierta en caldo de cultivo para el terrorismo y la piratería y analizó con Mauritania y Malí la situación de los tres cooperantes catalanes secuestrados por Al Qaeda en el Magreb islámico; un cautiverio que, según el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, angustia porque «sabes, cuando hablas con sus familias, que su vida está en tus manos».

Zapatero confió esta reflexión al fotógrafo José Cendón, que fue secuestrado en Somalia en noviembre de 2008, durante una conversación informal entre ambos en la embajada española en Adis Abeba (Etiopía), después de que el presidente del Gobierno interviniera en la inauguración de la XIV Cumbre de la Unión Africana (UA).

Zapatero, que habló como invitado ante la UA en la capital etíope, no mencionó el caso de los tres cooperantes, pero su ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aprovechó el viaje para reunirse con sus colegas de Mauritania, Naha Mint Muknas, y Malí, Moctar Ouane, y estudiar las gestiones en marcha para intentar liberar a Alicia Gámez, Roque Pascual y Albert Vilalta.

«Siguen trabajando», se limitó a señalar Moratinos tras esos encuentros, mientras que fuentes de la delegación española insistían en la necesidad de «mantener la prudencia y la discreción por responsabilidad». El ministro malí tampoco quiso comentar el estado de los tres cooperantes o las supuestas reivindicaciones de sus captores.

En declaraciones a la prensa española, simplemente señaló que su Gobierno sigue cooperando con España y otros países para intentar liberarlos «lo más pronto posible».

Los presidentes de Mauritania, país en el que fueron secuestrados los tres españoles, y de Malí, donde se sospecha que permanecen retenidos, no acudieron a la cumbre, por lo que Zapatero no pudo entrevistarse con ellos.

El discurso de Zapatero ante la Asamblea de la UA estuvo centrado en la necesidad de avanzar en la estabilización de los países africanos y, en concreto, de Somalia.

Sin citar los secuestros que protagonizan piratas somalíes en aguas del Índico, se mostró convencido de que «Somalia es un riesgo» y exigió una respuesta «contundente y preventiva» de la comunidad internacional para evitar que el país se convierta en «un caldo de cultivo» para el terrorismo, los secuestros, la piratería y el narcotráfico.

Zapatero se reunió además con el presidente del Gobierno de transición somalí, Sharif Sheik Ahmed; el presidente de Kenia, Mwai Kibaki, y el primer ministro etíope, Meles Zenawi, para promover la celebración de una conferencia internacional para la estabilización somalí.

España, junto a Italia, busca celebrar este foro bajo el liderazgo de Naciones Unidas con el objetivo de canalizar una ayuda real y eficaz al Gobierno federal de transición de Somalia, que implicaría reforzar sus fuerzas de seguridad.