Madrid, Agencias

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, admitió ayer en el Congreso que la renovación del Tribunal Constitucional es «urgente», pero tanto como lo era hace un mes o lo será dentro de dos meses. Eso sí, recordó que los magistrados del alto tribunal no son los responsables de que no haya habido renovación, sino «nosotros», en referencia a los grupos políticos.

En cualquier caso, avisó, mientras la renovación no se lleve a cabo, el tribunal tiene «plena legitimidad» para dictar sentencia sobre el Estatuto catalán. «Respetemos su tarea, con errores y aciertos que puedan tener», reclamó. Y, dicho esto, el jefe del Ejecutivo llamó a todos los grupos a «extremar la responsabilidad» y a seguir trabajando por la renovación del alto tribunal.

Por su parte, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, exigió que no se cuestione «la legitimidad ni la objetividad» del Constitucional, al tiempo que culpó al PP del bloqueo.

El Gobierno se expresó así a preguntas de los diputados Joan Herrera (ICV), que preguntó a Zapatero, y de Pere Macias (CiU), en el caso de la Vicepresidenta. Ambos reclamaron al Gobierno que cambie la ley para facilitar la renovación del TC, cuatro de cuyos doce miembros tienen su mandato caducado desde hace dos años.

Mientras tanto, los grupos de PSC, ERC e ICV-EUiA y el de CiU mantienen contactos con el objetivo de tener lista mañana, cuando se celebra en Cataluña la Diada de Sant Jordi, una propuesta de resolución unitaria en la cual el Parlament pida la renovación del TC.

CiU y PSC mantienen contactos telefónicos para sondear aproximaciones, pero CiU está a la espera de recibir una propuesta del tripartito para introducir luego sus consideraciones, tal como acordaron el martes el presidente catalán, José Montilla, y el líder de la oposición, Artur Mas.

CiU y ERC presionaron ayer al PSC para endurecer los términos de la resolución unitaria, y reivindicaron que el texto inste también a cambiar la ley del Constitucional.

Ambas formaciones reclaman que todas las fuerzas políticas catalanas, especialmente el PSC, se comprometan a defender en Madrid las acciones aprobadas en el Parlament.

CiU piensa insistir en que la resolución no quede en una mera «gesticulación», pidiendo retóricamente la renovación del TC, sino que vaya más allá e inste en modificar la ley del tribunal.

Por su parte, el PSC subrayó que «continúa confiando en la voluntad del PSOE» de renovar el Tribunal Constitucional, y aunque negocia una propuesta de resolución unitaria en Cataluña, descartó dar apoyo a la reforma de la ley del TC que promueven CiU y ERC.

También el ministro de Fomento, José Blanco, juzgó ayer «urgente» la renovación del TC, después de haber dicho lo contrario el lunes.