Madrid / Oviedo

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero quiso ayer repetir el optimismo que mostró cuando fue elegido secretario general del PSOE hace 10 años con su frase «no estamos tan mal» afirmando ante 150 dirigentes socialistas y miembros de sus gobiernos: «Estamos mucho mejor de lo que parece y lo vais a vivir».

Zapatero remató su discurso expresando este «convencimiento muy íntimo» durante el acto organizado por el PSOE para conmemorar sus 10 años al frente de la secretaría general del partido, en el que pidió a sus compañeros ser «más abiertos a la crítica», «permeables a la innovación» y «dialogantes con la sociedad». Los ciudadanos, subrayó, quieren que se les digan las cosas, aunque sean difíciles, pero también que se les marque «un rumbo de confianza».

El líder del PSOE ha reivindicado la trayectoria del partido bajo su liderazgo y defendió su acción de Gobierno. Zapatero envió «un abrazo más fuerte que nunca» y Bono (a quien hace diez años ganó la secretaría general por diez votos) recibió un aplauso cerrado.

Así, entre el público había muchos miembros del Gobierno, ex ministros como Jordi Sevilla, Carmen Calvo o Juan Fernando López Aguilar y su también competidora en el 35.º congreso Matilde Fernández, y entre los ausentes han estado varios barones -Patxi López y José Montilla- y el ex vicepresidente Pedro Solbes.

Zapatero no aclaró si volverá a ser candidato en 2010, y lo justificó después en un breve encuentro con los periodistas, a los que dijo que hay que respetar los tiempos y que saber «administrarlos» es un «valor seguro» en política. El Presidente dejó ver que no hará crisis de gobierno este verano. Al ser preguntado por los informadores si se podían marchar tranquilos todo el mes de agosto, Zapatero entendió que se referían a una remodelación y les respondió que sí podían irse tranquilos. Además, confirmó que no irá a la fiesta del SOMA en Rodiezmo al considerar que no tiene sentido su presencia en un acto sindical pocos días antes de la huelga general.

Antes del acto, el PSOE proyectó un vídeo de cuatro minutos en el que felicita a su líder por sus 10 años: «Sigues en el camino», dice la grabación, «seguimos en el camino». La escenografía en blanco y rojo de Ferraz se completó con un nuevo logo con el nombre de Zapatero sobre el número 10, al modo de los futbolistas de la Roja. Zapatero agradeció al PSOE «su unidad y su cohesión» por el bien de España y, aunque proclamó reiteradamente su «orgullo» por los militantes socialistas, el Presidente dijo que se siente «más orgulloso de España y de los españoles» y citó, en concreto, a los militares, a los cooperantes y a los científicos.

Esa confianza en el potencial de España, añadió, es lo que le hace ser optimista sobre el futuro, a pesar de la crisis económica. Zapatero defendió sus reformas -laboral, de las pensiones- como medidas que dan resultado a largo y no a corto plazo, aunque sean «las más difíciles de tomar», y dejó claro que acepta bien las críticas «y las huelgas».

Las reformas «son imprescindibles», afirmó, para llamar a los suyos a no resignarse cuando las cosas no funcionan y a ser «capaces de hacer una espiral positiva en los próximos meses para que la economía funcione». Su objetivo debe ser, les aseguró, crear empleo y oportunidades para los jóvenes.

«Somos un partido que respeta todas las voces y todas las críticas, que hay bastantes. Eso da carácter, nos hace ser mejores y a los que les cuesta más aceptar las críticas les dificultará tener la comprensión de los ciudadanos», avisó. El compromiso de los socialistas es la «España plural, unida y diversa en la convivencia» y ser «facilitadores de la convivencia y actores de la integración en la España real y diversa, de diferentes pero iguales en derechos y libertades». En cuanto al Estatut catalán, dejó claro que el PSOE no mira «al otro lado» cuando surge un problema, aunque «otros hayan sido quienes lo hayan creado».

El Partido Popular calificó de triste este balance de diez años de Zapatero al frente del PSOE «más descompuesto».