Madrid / Oviedo, Agencias

El secretario regional de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, apeló ayer a «la prudencia y discreción» que «el compañero Zapatero nos pidió» para no contestar a la advertencia que le hizo el presidente del Gobierno cuando el lunes aseguró ante la ejecutiva federal del PSOE que no le gustan «las posiciones numantinas» sobre la elaboración de las candidaturas.

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, afirmó que respeta «profundamente la reflexión que se hace en el PSM y en el PSOE» sobre la candidatura de Gómez a la Comunidad de Madrid y recalcó que su objetivo siempre es presentar a «los mejores» para obtener «los mejores resultados electorales».

Respecto a si tiene información que apunte a que otros candidatos lograrían mejores resultados que Gómez, se limitó a decir que él tiene su «percepción» y se remitió a las encuestas publicadas por los medios. «Yo las respeto todas y que cada cual saque sus conclusiones», remachó Blanco.

Los dirigentes de PSM partidarios de Gómez no ven necesario un gesto de Zapatero para respaldar la candidatura de su líder y están convencidos de que éste logrará su objetivo «trabajando» y «sin forzar nada». «Las cosas vendrán en su momento», opinan.

El sector crítico del PSM cree que Zapatero dio un mensaje bastante contundente y que Gómez pecó de imprudente al reafirmarse en su empeño de ser candidato. Este sector no tiene decidido si presentará un aspirante para batirse en primarias. Es más, para algunos lo mejor sería una solución negociada con Ferraz que dé una imagen de unidad ante los ciudadanos. En este caso, su candidata ideal sería la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, que es miembro de la dirección del PSM y no se vería como una «paracaidista».