El Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional ha descubierto «salidas masivas» de fondos desde cuentas del Instituto Nóos, entidad sin ánimo de lucro vinculada a Iñaki Urdangarín, y de la presunta sociedad pantalla De Goes Center For Stakeholder Management, una empresa sospechosa de evadir cientos de miles de euros a paraísos fiscales. El juez del «caso Palma Arena», José Castro, ha reclamado, con carácter urgente, a nueve entidades bancarias todos los datos sobre otras 36 cuentas destinatarias del dinero transferido desde Nóos y de Goes, que se supone acabó en buena parte en el extranjero.

Una de las líneas de investigación, donde aparecen imputados Urdangarín y varios de sus ex socios y colaboradores en el «grupo» Nóos, así como Jaume Matas y otros ex altos cargos del Gobierno, versa sobre una presunta trama para evadir el pago de impuestos en España.

En el sumario existen numerosos indicios de que algunos imputados, entre ellos Diego Torres y su esposa Ana María Tejeiro, dos de los «jefes» del conglomerado societario liderado por el duque de Palma, usaron testaferros y sociedades radicadas en paraísos fiscales para mover fondos.

Una de esas empresas fue De Goes Center For Stakholder, que funcionó al unísono con otra De Goes española y con sociedades matrices radicadas en paraísos fiscales. El dinero circulaba entre España, Belice, Luxemburgo y Gran Bretaña para pagar los mínimos impuestos y camuflar la identidad de sus dueños.

En la causa existen también pistas sobre una segunda presunta trama de evasión tributaria, en esa ocasión con escalas en Francia, México, España y Madeira o Las Azores.

La Policía se topó con un obstáculo a la hora de reconstruir los movimientos de fondos: La Caixa, uno de los bancos preferidos por Nóos y sus satélites, se mostró remolona a la hora de facilitar datos sobre las cuentas sospechosas de De Goes.

Finalmente, y previa advertencia del juez, el banco cedió y facilitó a los investigadores la información recabada. Gracias al análisis de esos datos, y con otros elementos aportados por la Agencia Tributaria, la Policía detectó «salidas masivas de fondos a cuentas vinculadas a personas y sociedades» incluidas en la investigación.

Las cuentas que más dinero recibieron de Nóos y de De Goes fueron 36, abiertas en La Caixa, Banco de Santander, BBVA, Caixa de Estalvis de Catalunya, Privat Bank Degroof Sau, una entidad belga especializada en la gestión de patrimonios particulares y de fundaciones, Banco de Sabadell, Barclays Bank, Caixa de Estalvis del Penedés y Sa Nostra. El presunto entramado del grupo Nóos estaba radicado en Barcelona. Por eso la mayoría de las cuentas son de oficinas catalanas.

El juez ha mandado requerimientos a esos nueve bancos para que remitan la información sobre las 36 cuentas, incluido si sus titulares alquilaron cajas fuertes vinculadas a sus depósitos. La hipótesis de la fiscalía anticorrupción es que el experto en derecho fiscal internacional Salvador Trinxet, citado como imputado para el próximo sábado, asesoró a la supuesta trama Nóos para colocar sus beneficios en paraísos fiscales y pagar los mínimos impuestos.

Por otra parte, el instructor ha decidido no grabar en soporte de vídeo digital la declaración de Urdangarín, que comparecerá como imputado el sábado 25 ante él. El abogado del duque, Mario Pascual Vives, afirmó ayer que se había reunido con la Infanta Cristina, que llegó el martes a Barcelona , porque le interesaba recabar «algunos datos que le pudiera facilitar». «Ha sido, esencialmente, una conversación de cortesía para que pudiera confirmar algunos datos después de mis últimas reuniones con Urdangarín», dijo el letrado, que no concretó cuándo se habían visto.

Vives añadió que «es lógico que esté preocupada» la Infanta por la imputación de su marido dentro de la «operación Babel». Lo manifestó al ser preguntado si ella estaba preocupada por el rechazo social y el revuelo informativo que ha generado la imputación. Pascual apostilló que «le preocupa todo en su conjunto».

El abogado explicó que la hija del Rey «está dedicada a sus actividades profesionales, que son intensas». A primera hora de la mañana de ayer la Infanta acudió a trabajar a La Caixa, después de salir en coche de su casa. Sobre cómo lleva el caso a dos semanas para la declaración del duque ante el juez, Pascual aseveró que «cada día es una aventura para saber qué es lo que pasará», y que siempre falta tiempo para analizar y cambiar impresiones.