El expresidente del Gobierno Felipe González terció ayer en el debate soberanista catalán con una carta abierta en la que llama a los ciudadanos de esa comunidad autónoma a que "no se dejen arrastrar a una aventura ilegal e irresponsable que pone en peligro la convivencia entre los catalanes y entre estos y los demás españoles". El líder de UDC, Josep Antoni Duran Lleida, antiguo socio de la CDC del presidente Mas, agradeció a González su intervención y aseguró que para superar la situación entre Cataluña y España, hace falta "política, diálogo, pacto, transacciones y una consulta".

González, en una misiva publicada en "El País" sostiene que se está "mucho mejor juntos que enfrentados: reconociendo la diversidad como una riqueza compartida y no como un motivo de fractura". "Para mí, España dejaría de serlo sin Cataluña, y Cataluña tampoco sería lo que es separada y aislada" de España, subrayó.

En su párrafo más duro, el expresidente -que también carga contra el PP por haber llevado el Estatut reformado ante el TC- compara el actual soberanismo catalán con los fascismos golpistas que se enseñorearon de la Europa de entreguerras, al afirmar que la iniciativa puesta en marcha por Mas "es lo más parecido a la aventura alemana o italiana de los años treinta del siglo pasado". No obstante, el exlíder socialista reconoce: "Nos cuesta expresarlo así por respeto a la tradición de convivencia de Cataluña. El señor Mas sabe que, desde el momento mismo que incumple su obligación como presidente de la Generalitat y como primer representante del Estado en Cataluña, está violando su promesa de cumplir y hacer cumplir la ley. Se coloca fuera de la legalidad, renuncia a representar a todos los catalanes y pierde la legitimidad democrática en el ejercicio de sus funciones".

Para González, que teme que una Cataluña "desconectada" sea una Albania del siglo XXI, "ya se siente esa fractura en la convivencia y se empiezan a oír voces de rechazo a los que no tienen 'pedigrí' catalán. Esos ciudadanos catalanes se sienten hoy agobiados porque se está limitando su libertad para expresar su repudio a esta aventura, porque les niegan o coartan su identidad -catalana y española- que viven como una riqueza propia y no como una contradicción".