"No pienso renunciar a mi ciudad; seguiré compartiendo mi destino con la buena gente de Pontevedra y seguiré llevando con cariño el nombre de esta hermosa ciudad siempre en mi corazón".

Así se dirige a los pontevedreses en una carta personal -remitida a través del diario "Faro de Vigo", del grupo editor de LA NUEVA ESPAÑA- el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. Lo hace con motivo de su primer viaje a la ciudad gallega después de que el Ayuntamiento, reunido en sesión plenaria, lo declarase hace apenas veinte días "persona non grata", con los votos de PSOE, Marea y BNG, y el rechazo de PP y Ciudadanos. La causa: la prórroga por sesenta años de la concesión de una fábrica de celulosa situada a escasos kilómetros del casco urbano.

Rajoy arguye que siempre ha intentado actuar en la vida pública "con equilibrio, mesura y afán de concordia, principios que nunca he abandonado". "Quizá por eso", expone, "lamento tanto que algunos concejales de esta ciudad que siento tan mía hayan querido hacerme daño cuando existen otras maneras mucho más razonables de mostrar el desacuerdo con un gobernante".

Sin embargo, el Presidente del Gobierno en funciones considera que esa "afrenta" ha sido ampliamente compensada "por todas las muestras de solidaridad y cariño" recibidas desde entonces, que le han llevado a "escribir estas palabras de agradecimiento".

En su carta, Rajoy se muestra absolutamente seguro de que algún día, "ojalá no muy lejano, algún alcalde de Pontevedra, ojalá que el actual, planteará la retirada de esa declaración que nada aporta a la ciudad".

En su misiva a los pontevedreses, el Presidente del Gobierno en funciones recorre toda su trayectoria vital y política en la ciudad, a la que llegó con quince años y donde conoció a su mujer, Viri, "tan pontevedresa y tan amante de esta ciudad como yo".

"No voy a renunciar a Pontevedra, ni a mis amigos, ni a mis vivencias", afirma en su emocionado alegato el dirigente de los populares. "Siempre vuelvo a Pontevedra, porque en esta ciudad eché mis raíces y porque no quiero ser de ningún otro lugar", proclama en su carta.