El presupuesto catalán, y con él el futuro del Ejecutivo de Puigdemont, se encuentra a merced del pulso interno que durante estos días se libra en el seno de la CUP y que desembocará el sábado en la reunión de Vilafranca del Penedès (Barcelona) en la que se decidirá apoyar o no el proyecto presupuestario del Govern.

Dos documentos internos defienden la aprobación de las cuentas de la Generalitat frente a un tercero que se inclina por rechazarlas. La formación anticapitalista está inmersa de nuevo en un disputado debate interno, como el de junio pasado, cuando prevaleció el criterio de los contrarios a facilitar la admisión a trámite del proyecto presupuestario. Esta vez hay indicios de que el escenario es más favorable a respaldar el presupuesto, aunque, a estas alturas, en la CUP nadie descarta sorpresas. Puigdemont ya advirtió de que un nuevo veto a las cuentas abocaría a Cataluña a elecciones y truncaría el referéndum anunciado para este año.

Tras su conferencia en Bruselas, el presidente catalán quiso dejar constancia ayer de que Cataluña es "sujeto de interés en Europa" y resulta "atractiva" por el proceso soberanista. Ciudadanos le reprocha que se gastara "130.000 euros en un sólo día" en "propaganda".